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LA CORONA Y LA CRUZ FORTMON
Eso mismo le sucedió al Nazareno, nadie creyó en el hasta después
de muerto.
Es para que lo crean a uno loco. Ya por esto fue parte de mi
fracaso matrimonial, amarga experiencia viví, mi esposa ante mis
propios amigos decía que no creyeran lo que yo hablaba porque
estaba loco.
Dios mío, hay muchas cosas que se ignoran, motivos que me han
dado para continuar solo y no importarme nada.
Ya sabia yo con anterioridad a eso en la edad de 15 años, por boca
de mi tía Carmen y de mi tío Pacho (Francisco) como
familiarmente le llamábamos, había oído de sus labios, que
veníamos de sangre de Nobles de Europa, de Italia.
Poco o nada puse atención al hecho que mi Nonno no había
querido aceptar un título de Barón que el gobierno Italiano le
envió, y que en su orgullo había rechazado diciendo que eso era
nada para la familia. Porque mi Nonno si sabía el misterio que se
ocultaba tras nuestra familia.
Nunca puse atención a esos hechos, de tanto buscar entre
religiones y esoterismo encontré, hacia 1976, grandes fuentes de
conocimiento que despertaron más aun aquella carrera espiritual,
que inicié hacia mis 18 años de vida tratando de buscar y
comprender muchas cosas que sentía interiormente y que me
motivaban a buscar y buscar, los motivos de la existencia, los
motivos de la vida, y de las leyes que regían estos elementos y ya
había estudiado a Vivekananda, folletos rosacruces, había
inscurcionado en espiritismo, las manifestaciones de videncia se
presentaban, la intuición era tan grande que podía saber con
exactitud cosas que pasarían ante decisiones de cualquier persona
que estuviera cerca de mi y que yo le diera la atención debida,
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