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LA CORONA Y LA CRUZ FORTMON
Fue grande el esfuerzo, soltó mis manos y se recostó sobre las
almohadas agitado, Alicita le dijo “papi no se agite, papi no se
agite”, tomo mi lugar y le acarició la frente y lo ayudo a
recostarse, en ese momento se acerco una pareja que estaba allí, no
se si eran católicos o evangélicos, comenzaron a orar algo y en
menos de un minuto o algo mas dejo de existir.
No solamente la ley sálica me puso en el sitio dentro de la familia
que tenía que suceder de esa forma, era mi tío el primogénito de la
anterior línea, quien confirmaba en mí a quien había legado
espiritualmente esa posición. En ese momento recibí la
investidura de la primogenitura.
Y seria Nostradamus y otros profetas quienes dirían de quien se
trataría y no de otro que fuera un usurpador a la corona.
La ley de Dios es terriblemente divina, nada se excluye de la ley,
todo tiene su motivo.
Me he movido dentro de mi supuesto libre albedrío sin entender
que estaba dentro del marco de las profecías para que se cumpla lo
que se escribió, muchas veces sin quererlo, como si me siguieran
paso a paso estas profecías, hay veces que he hecho las cosas
separándome de las profecías y estas me siguen y están sobre mi,
como si todo tuviera que pasar y no por mi voluntad propia.
Hasta aquí esta condensado en estas paginas el motivo que me ha
impulsado a dejar por escrito secretos de familia y mi misión
aunque me cueste la vida como ya en el pasado aconteció a un
primo de mi papa en Italia hacia 1927 calculo yo. Quien tenía
inclusive documentos fehacientes que demostraban la línea directa
de nuestra familia con la de los reyes de Francia, fue asesinado a
pesar de pertenecer al servicio de inteligencia militar de Italia, días
antes de reunirse con los miembros de nuestra familia donde daría
a conocer sus investigaciones.
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