Diagnóstico de los Derechos Humanos en Privados de Libertad en ...

nacional para la reclusión de personas privadas de libertad
procesadas y sentenciadas.
La ejecución de la pena no implica que el condenado no
pueda ejercer los derechos y las facultades que le otorgan la
Constitución Política y los tratados internacionales. La sentencia
será ejecutada por los jueces de ejecución (CPP, Arto. 403). El
tiempo pasado en prisión preventiva debe descontarse de la
condena (CPP, Arto. 410).
V.4.1 Observaciones en la RAAN y la RAAS
Como se dijo al inicio, el problema fundamental en esta región es
que no existe un centro penitenciario del Sistema Penitenciario
Nacional en la RAAN y la insuficiente capacidad del ubicado en
la RAAS. La falta de capacidad existente por parte del Sistema
Penitenciario Nacional para albergar a las personas privadas de
libertad en cada una de las Regiones Autónomas, abona a la
percepción de discriminación y abandono por parte del Estado
durante los últimos años según lo escuchado reiteradamente por
el equipo técnico en diversas entrevistas.
Se pudo constatar también, que las personas procesadas y
sentenciadas que permanecen recluidas en las celdas policiales
de la RAAS y la RAAN, además de no contar con condiciones
alimentarias, sanitarias y de higiene dignas (como se verá a
detalle en el siguiente capítulo), ven restringidos todos los
beneficios inherentes al Sistema Penitenciario, contemplados en
la Ley 473. Es decir, el tiempo que permanecen en las celdas
no es conmutable, no hay abonos legales, no hay actividades
laborales, ni recreativas. No están separados por regímenes,
entre otras tantas limitaciones.
Los hallazgos indican que en promedio los reclusos a la orden de
un juez de la RAAN o la RAAS, esperaron considerablemente más
días en pasar a un centro penitenciario del Sistema Penitenciario
Nacional, que los reclusos del resto del país. Las diferencias
entre las tres regiones son estadísticamente significativas.
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