Salomón de la Selva - Revista de Temas Nicaragüenses
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Y el Norte y el Sur me oyeron cantar.<br />
Al Sur le dije: “Tú eres mi Madre:<br />
Tu querer me formó, tus ricos senos me amamantaron;<br />
A tus hijas l<strong>la</strong>mo hermanas, hermanos a tus hijos,<br />
En mi hora <strong>de</strong> angustia no l<strong>la</strong>maré a nadie más.<br />
Tú cerrarás mis ojos cuando muera”.<br />
Al Norte le dije: “Tu eres mi Novia:<br />
Rubia te he encontrado y me has <strong>de</strong><br />
conocer.<br />
Junto nos levantaremos, <strong>la</strong>do a <strong>la</strong>do.<br />
Un día gozarás <strong>de</strong> mi amor con orgullo,<br />
Pues quienes ensalcen mi nombre a ti te honrarán.<br />
Y <strong>de</strong> nuevo hablé con el rostro <strong>de</strong> mi Madre:<br />
“Esta es tu hija, esta tierra, extranjera;<br />
Por su amor enfrenté <strong>la</strong> <strong>de</strong>shonra;<br />
He <strong>de</strong>struido los muros <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe y <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
raza,<br />
Tan fuerte era el amor que no resistió ninguno.<br />
Por esta tierra, por su elección, he sufrido vergüenza;<br />
Por esta tierra con todas mis fuerzas he ap<strong>la</strong>udido.<br />
Dulce, muy dulce es su nombre a mis oídos;<br />
Por su causa moriría <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong>l soldado.<br />
Sin mentirte, ¡Madre!, sin falsedad, ¡Madre!<br />
¡No corre en mi sangre falsedad alguna!<br />
Tú has sido para mí el mayor <strong>de</strong> mis amores<br />
Pero también amo esta tierra y mis ban<strong>de</strong>ras son dos”.<br />
Pronuncié, oí estas fuertes pa<strong>la</strong>bras y allí<br />
El pasado se estremeció con su sed <strong>de</strong> sangre<br />
Y un grito salvaje y una oración también salvaje<br />
Para nunca olvidarlo. Pero seguí cantando<br />
Con <strong>la</strong> pasión <strong>de</strong>l soñador y el vigor <strong>de</strong>l poeta.<br />
Y conocí el Pasado y los años que me dio,<br />
Los sustanciales <strong>de</strong>l Norte y los inolvidables<br />
<strong>de</strong>l Sur,<br />
Pero el Pasado fue noche y yo fui el sol<br />
Y <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana en mi boca vibró.<br />
Yo vine por un pacto, por un viviente <strong>la</strong>zo,<br />
para forjar un canto que el Norte tomaría,<br />
Por una plegaria inmortal como mi alma<br />
Que ni aún el infierno pue<strong>de</strong> cal<strong>la</strong>r.<br />
Yo podría en combate morir por estas tierras;<br />
Sus amarguras son mías. He llorado sus yerros.<br />
Les he entregado siempre el trabajo <strong>de</strong> mis manos<br />
Y brota su futuro como el don <strong>de</strong> mi canción...<br />
Y continúa Henríquez Ureña:<br />
Las otras secciones tienen menos cohesión: hay paisajes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Nueva<br />
Ing<strong>la</strong>terra, madre espiritual <strong>de</strong> los<br />
Estados Unidos; hay versos <strong>de</strong> ira y amor para <strong>la</strong> tierra en que escribía sus versos<br />
[...]; hay canciones inspiradas<br />
en motivo s popu<strong>la</strong>res o en <strong>la</strong>s <strong>de</strong>liciosas rimas infantiles <strong>de</strong> su hermana; hay poemas inspirados por obra <strong>de</strong> arte<br />
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