14.05.2013 Views

Salomón de la Selva - Revista de Temas Nicaragüenses

Salomón de la Selva - Revista de Temas Nicaragüenses

Salomón de la Selva - Revista de Temas Nicaragüenses

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Pero mi padre siempre hacía, <strong>la</strong>s más <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces, <strong>la</strong>s cosas a <strong>la</strong> carrera, y el resultado es que <strong>de</strong>jó<br />

miles <strong>de</strong> cosas comenzadas y <strong>la</strong>s que llegó a terminar, en realidad, no lo están, como <strong>la</strong> Ilustre<br />

[Familia] que no tiene “Índices y Notas”, y le faltó una Acroasis, <strong>la</strong> Cuarta, sobre <strong>la</strong> Atlántida; o <strong>la</strong><br />

Evocación <strong>de</strong> Píndaro, que se quedó sin <strong>la</strong>s “Ilustraciones” o “Notas”.<br />

Quien le enseñó a Don Sal ese apasionamiento por <strong>la</strong>s carreras, o <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n a ultranza, fue don<br />

Pedro Henríquez Ureña, según lo cuenta Alfonso Reyes en un artículo sobre don Pedro que no sé<br />

don<strong>de</strong> carajos está. Recuerdo que una vez (y <strong>de</strong> esto me arrepiento) llegó Don Sal <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle<br />

cargando libros, como siempre, y me dijo feliz:<br />

—Mira lo que encontré: ¡lo compré rega<strong>la</strong>do! —Y me enseñó un libro.<br />

—Pero, papá, si aquí <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> tu cama —don<strong>de</strong> guardaba un chorro <strong>de</strong> libros— tienes el mismo libro,<br />

mira —y le enseñé un ejemp<strong>la</strong>r exacto al que acababa <strong>de</strong> comprar. El hombre se puso arrecho (le<br />

eché a per<strong>de</strong>r su júbilo) y me dijo furioso:<br />

—Pues ahora tengo dos ejemp<strong>la</strong>res <strong>de</strong> ese magnífico libro, ¡y se acabó!<br />

—Pues haber si vas comprando <strong>la</strong> docena —y salí vo<strong>la</strong>do mientras él me tiraba los zapatos que<br />

estaban en el suelo. (Después lo contenté).<br />

Sin embargo, lo que interesa —más que <strong>la</strong> vida privada y el anecdotario <strong>de</strong> <strong>Salomón</strong>—, es su<br />

existencia pública y obra trascen<strong>de</strong>nte.<br />

El Intelectual, según <strong>Salomón</strong><br />

Al respecto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1925 <strong>de</strong>finió a los intelectuales como una tribu <strong>de</strong> parias, magníficos por su elevado<br />

ais<strong>la</strong>miento, dignos <strong>de</strong> lástima por el odio, so<strong>la</strong>pado o manifiesto, con que se les persigue. Hombre impar, el<br />

intelectual —argumentaba <strong>Salomón</strong>— no es admirador <strong>de</strong> hombres ni director <strong>de</strong> hombres. No es lí<strong>de</strong>r, ni jefe <strong>de</strong><br />

partido, ni funcionario <strong>de</strong> gobierno, ni patrón <strong>de</strong> nadie, ni siquiera empleado menor. Des<strong>de</strong> luego, casi no hay gobierno,<br />

sindicato, ni agrupación <strong>de</strong> ninguna especie que no tenga su intelectual o sus intelectuales. Pero los intelectuales en este<br />

género no es el intelectual <strong>de</strong> veras: al afiliarse, al ponerse al servicio, se ha convertido en parte <strong>de</strong> una máquina, en eje,<br />

en rueda o en timón, no importa en qué: ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser él. Y lo mismo ocurre si se vuelve histrión. Y proseguía:<br />

Esencia <strong>de</strong>l intelectual es trabajar para todos. Como el sol, que para todos alumbra y que no pue<strong>de</strong> sindicalizarse,<br />

menos ser reaccionario. Como el sol, que si <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> alumbrar <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> ser sol. Como el viento, que si <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> sop<strong>la</strong>r<br />

<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser; como el viento, que para todos sop<strong>la</strong>, lo mismo que para el marinero que lo recoge en <strong>la</strong>s ve<strong>la</strong>s que para el<br />

molinero, que para el niño que encubre papalotes. Para los productos <strong>de</strong>l intelectual no hay mercado, porque no se<br />

ven<strong>de</strong>n: se dan. El intelectual es el único que para todos trabaja, el único que da.<br />

Y añadía especificando sus afinida<strong>de</strong>s electivas contemporáneas:<br />

A mí me es indiferente el trabajo <strong>de</strong> los sastres <strong>de</strong> Escocia, <strong>de</strong> los albañiles <strong>de</strong> Roma, <strong>de</strong> los hi<strong>la</strong>n<strong>de</strong>ros <strong>de</strong><br />

Calcuta; pero <strong>la</strong>s teorías <strong>de</strong> Einstein, los <strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong> Madame Curie, <strong>la</strong>s nove<strong>la</strong>s <strong>de</strong> Tolstoy, <strong>la</strong> poesía <strong>de</strong><br />

Tagore, los estudios sobre arte y religión <strong>de</strong> Jane Harrison, los juicios sobre el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s civilizaciones <strong>de</strong> Oswald<br />

Spengler, <strong>la</strong> doctrina <strong>de</strong> Gandhi, el evangelio <strong>de</strong> Lenin, <strong>la</strong> música <strong>de</strong> Mariano Torroba, <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong> fe <strong>de</strong> Papini,<br />

<strong>la</strong>s opiniones <strong>de</strong> Adolfo Sa<strong>la</strong>zar, <strong>la</strong>s comedias <strong>de</strong> Don Ramón <strong>de</strong>l Valle Inclán —todo esto sí tiene que ver conmigo.<br />

Todo esto ha sido hecho para cada hombre y para cada mujer, todo esto puedo hacerlo mío sin restarle nada a nadie.<br />

Y continuaba, sumando algunas <strong>de</strong> sus fuentes formativas y enumerando a personajes <strong>de</strong> su<br />

tiempo:<br />

6

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!