14.05.2013 Views

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ardieron y volvió a <strong>de</strong>slizarlos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la camisa, al tiempo que<br />

rezaba por encontrar un latido.<br />

Y volvió a respirar.<br />

De la cabeza d<strong>el</strong> hombre manaba sangre, que se le <strong>de</strong>rramaba<br />

por los <strong>de</strong>dos en un fl ujo cálido y pegajoso. No quería ver morir<br />

a otra persona ...<br />

—No va usted a morirse —le dijo Maddy con vehemencia—.<br />

¿Me oye? ¡No pienso consentirlo!<br />

En ese momento él le empujó las manos y movió la cabeza y<br />

las piernas con gesto nervioso. Era buena señal. No se movería<br />

así con la columna vertebral rota.<br />

Ella dobló su d<strong>el</strong>antal hasta hacer una almohadilla, con la<br />

parte limpia hacia fuera, la metió bajo la cabeza d<strong>el</strong> hombre y se<br />

la ató con las cintas d<strong>el</strong> d<strong>el</strong>antal. Luego le miró <strong>el</strong> cuerpo por si<br />

había más heridas y encontró una embarrada hu<strong>el</strong>la <strong>de</strong> herradura<br />

en la lustrosa superfi cie <strong>de</strong> las altas botas negras: <strong>el</strong> caballo le<br />

había pisado <strong>el</strong> tobillo.<br />

De pronto notó <strong>el</strong> escozor <strong>de</strong> algo en la mejilla. Aguanieve.<br />

—Tenemos que llevarlo a usted a cubierto —le dijo, como si<br />

pudiera oírla.<br />

Pero ¿cómo?<br />

Le metió los brazos bajo las axilas y se agarró las manos.<br />

—Una, dos y tres...<br />

Tiró.<br />

Con todo aqu<strong>el</strong> barro <strong>el</strong> hombre <strong>de</strong>bería haberse <strong>de</strong>slizado<br />

con facilidad, pero era gran<strong>de</strong>, y aunque d<strong>el</strong>gado, alto y más pesado<br />

<strong>de</strong> lo que Maddy esperaba. Y a<strong>de</strong>más tenía la ropa empapada<br />

y pesaba más por momentos. Después <strong>de</strong> tirar varios minutos<br />

<strong>de</strong> él, sólo lo había movido unos cuantos centímetros.<br />

—Es imposible —le dijo—. Pesa usted <strong>de</strong>masiado...<br />

«La carretilla», pensó sintiendo una repentina inspiración, y<br />

corrió a por <strong>el</strong>la. Era vieja, pesada y con la rueda d<strong>el</strong>antera torcida,<br />

pero funcionaba y eso era lo importante.<br />

El problema era cómo meterlo <strong>de</strong>ntro. Trató <strong>de</strong> levantarlo,<br />

pero aunque lo intentó <strong>de</strong> distintas formas, por los hombros o<br />

con las piernas por d<strong>el</strong>ante, tirando y forcejeando, sencillamente<br />

pesaba <strong>de</strong>masiado.<br />

20

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!