14.05.2013 Views

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El ante <strong>de</strong> los calzones <strong>esta</strong>ba frío y húmedo, y se adhería al<br />

cuerpo d<strong>el</strong> <strong>de</strong>sconocido mientras <strong>el</strong>la se los bajaba por <strong>el</strong> liso<br />

vientre, tirando <strong>de</strong> paso <strong>de</strong> los calzoncillos <strong>de</strong> algodón que llevaba<br />

<strong>de</strong>bajo, y seguía la línea <strong>de</strong> v<strong>el</strong>lo oscuro que apuntaba hacia la<br />

entrepierna.<br />

Le costó mucho pero, una vez pasadas las ca<strong>de</strong>ras, consiguió<br />

arrastrarlos hasta los pies. Los <strong>de</strong>jó caer al su<strong>el</strong>o, cogió la toalla<br />

y... clavó la mirada en él.<br />

Tragó saliva. Aqu<strong>el</strong> pobre hombre era un <strong>de</strong>sconocido. Debería<br />

apartar la vista para respetar su intimidad mientras estuviera<br />

inconsciente e in<strong>de</strong>fenso.<br />

No podía. Su <strong>primer</strong> hombre <strong>de</strong>snudo <strong>de</strong> verdad.<br />

Qué cosa tan curiosa era su virilidad, allí en su nido <strong>de</strong> rizos<br />

oscuros, <strong>de</strong> un color tirando a rosa oscuro y con aspecto bastante<br />

blando. En absoluto <strong>esta</strong>ba a la altura <strong>de</strong> las <strong>de</strong>scripciones que<br />

había oído. Y también era más pequeña <strong>de</strong> lo que esperaba. Los<br />

hombres exageraban siempre.<br />

Le echó una ojeada a la cara y se sorprendió al darse cuenta<br />

<strong>de</strong> que tenía los ojos abiertos y la miraba. Miraba cómo <strong>el</strong>la le<br />

miraba su...<br />

—¡Está usted <strong>de</strong>spierto! —exclamó, y se apresuró a echarle<br />

la toalla por encima—. ¿Cómo se siente?<br />

Se le calentaron las mejillas, pero no iba a disculparse. Había<br />

tenido que quitarle la ropa mojada por su bien.<br />

Él tardó un momento en reaccionar. No apartó la mirada.<br />

Tenía los ojos muy azules. Ella no creía haber visto nunca unos<br />

ojos tan azules.<br />

—Ha sufrido una caída y se ha hecho daño en la cabeza.<br />

¿Pue<strong>de</strong> hablar?<br />

Él intentó <strong>de</strong>cir algo, trató <strong>de</strong> incorporarse, pero antes <strong>de</strong> que<br />

<strong>el</strong>la llegara a ayudarlo, volvió a caer con un gemido sobre la improvisada<br />

almohada y cerró los ojos <strong>de</strong> nuevo.<br />

—No se duerma. ¿Quién es usted?<br />

Lo zaran<strong>de</strong>ó por <strong>el</strong> brazo. Él no respondió.<br />

Al menos <strong>esta</strong>ba vivo y se movía. Eso ya era algo.<br />

Le secó <strong>el</strong> resto d<strong>el</strong> cuerpo a toda prisa, intentando no pensar<br />

en cómo la había pillado con la vista clavada en sus partes ínti-<br />

24

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!