14.05.2013 Views

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

año 93 a la reina la habían guillotinado cru<strong>el</strong>mente. Tenía treinta<br />

y ocho años, por lo que Grand-mère sobrepasaba ya los cincuenta.<br />

Raoul era viudo y un hombre en sus mejores años: acababa <strong>de</strong><br />

cumplir cuarenta.<br />

—¿Qué son los años? —<strong>de</strong>cía sonriendo—. Usted es preciosa,<br />

y yo... yo soy un hombre. No importa nada más. No pido<br />

nada, ni matrimonio, ni propieda<strong>de</strong>s, sólo a usted, ma b<strong>el</strong>le.<br />

Y sonreía con aqu<strong>el</strong>la sonrisa que le había mostrado a Maddy<br />

una faceta <strong>de</strong> su abu<strong>el</strong>a que jamás hubiera imaginado: la que se<br />

ruborizaba como una chiquilla y daba vu<strong>el</strong>tas, in<strong>de</strong>cisa.<br />

A Raoul le costó dos años, pero al fi nal la agotó.<br />

Cuando Raoul y Grand-mère se hicieron amantes, Maddy<br />

aprendió que compartir la vida con un buen hombre... con <strong>el</strong><br />

hombre a<strong>de</strong>cuado, cambiaba totalmente las cosas para una mujer<br />

que lo hubiera perdido todo. Grand-mère era una mujer nueva.<br />

El enfado y la amargura se <strong>de</strong>svanecieron. Con Raoul en su<br />

vida, <strong>esta</strong>ba llena <strong>de</strong> alegría y <strong>de</strong> risas y... <strong>de</strong> brío.<br />

A veces Maddy se <strong>de</strong>spertaba <strong>de</strong> noche o por la mañana muy<br />

temprano y los oía hacer <strong>el</strong> amor. Al principio los sonidos la<br />

alarmaron, pero al ver los brillantes ojos <strong>de</strong> su abu<strong>el</strong>a por la mañana<br />

supo que los sonidos engañaban, que aqu<strong>el</strong>lo era algo maravilloso.<br />

Otras veces se <strong>de</strong>spertaba y los oía hablando en la cama, <strong>el</strong><br />

suave murmullo <strong>de</strong> la voz <strong>de</strong> Grand-mère y <strong>el</strong> grave retumbo <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong> Raoul. Resultaba tan tranquilo, tan íntimo... y la niña solitaria<br />

que <strong>el</strong>la era suspiraba por <strong>el</strong> momento en que también estuviera<br />

tendida en una cama, hablando en voz baja <strong>de</strong> noche con<br />

un hombre.<br />

Raoul y Grand-mère tuvieron cinco años f<strong>el</strong>ices, hasta que un<br />

árbol al caer le quitó la vida a Raoul y la alegría abandonó los<br />

ojos <strong>de</strong> Grand-mère para siempre. Murió menos <strong>de</strong> un año <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> él.<br />

Pero a Maddy le <strong>de</strong>jó un legado valiosísimo: saber que, con <strong>el</strong><br />

hombre a<strong>de</strong>cuado, <strong>el</strong> acto d<strong>el</strong> amor era algo maravilloso.<br />

«Los hombres y las mujeres mienten siempre, chérie, incluso<br />

en la cama, pero en <strong>el</strong> acto mismo, allí hay sinceridad —<strong>de</strong>cía<br />

39

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!