14.05.2013 Views

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

No recordaba un momento en que no hubiera <strong>esta</strong>do sola.<br />

Durante toda su vida había tenido personas que cuidar. Primero<br />

su madre, luego Grand-mère, <strong>de</strong>spués su padre y ahora los niños.<br />

No le importaba mucho... era totalmente capaz <strong>de</strong> cuidarlos.<br />

Pero se sentía sola; resultaba duro ser siempre la que tuviera<br />

que afrontar los problemas, encontrar la solución, luchar contra<br />

las difi culta<strong>de</strong>s. Y siempre sola.<br />

Salió <strong>de</strong> la cama. Menos mal que <strong>el</strong> <strong>de</strong>sconocido no se había<br />

<strong>de</strong>spertado. Se habría muerto <strong>de</strong> vergüenza si hubiera abierto los<br />

ojos y la hubiera encontrado... tocándolo. Él no era su Raoul<br />

Dubois. Ni siquiera sabía que <strong>el</strong>la <strong>esta</strong>ba allí.<br />

Sin embargo, mientras realizaba su rutina matinal (volver a<br />

en cen<strong>de</strong>r <strong>el</strong> fuego, calentar <strong>el</strong> agua, lavarse, vestirse, empezar a hacer<br />

<strong>el</strong> <strong>de</strong>sayuno), parte <strong>de</strong> <strong>el</strong>la seguía <strong>esta</strong>ndo extrañamente afl igida.<br />

Se dijo que siempre se sentía así al <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> un sueño<br />

matinal. Al aceptar la realidad.<br />

Los sueños ayudaban. Aunque a veces, algunas mañanas, no<br />

hacían más que subrayar la soledad.<br />

—¡Pero sir Jasper me lo prometió!<br />

La voz <strong>de</strong> <strong>el</strong>la, ¿preocupada?, ¿enfadada?, lo <strong>de</strong>spertó <strong>de</strong> un<br />

profundo sueño.<br />

La voz <strong>de</strong> un hombre gruñó como respu<strong>esta</strong>, agria, amenazadora.<br />

Intentó incorporarse. Tenía que ayudar... proteger... Las náuseas<br />

lo abrumaron. Volvió a caer hacia atrás.<br />

Le llegaban fragmentos <strong>de</strong> una conversación entrecortada.<br />

«Compruebe los documentos. Sir Jasper y yo... un acuerdo... Él<br />

me lo prometió.»<br />

Conocía su voz... no sabía por qué, pero <strong>el</strong> sentido <strong>de</strong> lo que<br />

<strong>de</strong>cía... no lograba enten<strong>de</strong>rlo. No podía... Maldita sea, no se<br />

acordaba.<br />

Se apretó las sienes con las manos, tratando <strong>de</strong> <strong>de</strong>tener las<br />

punzadas, y tocó vendas. ¿Vendas? Cerró los ojos. Las voces se<br />

<strong>de</strong>svanecieron...<br />

43

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!