14.05.2013 Views

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

¿Quieres descargar el primer capítulo de esta novela?

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Esto no va a ser fácil —le dijo—. Está en un sitio incómodo.<br />

Reunió cuanto creyó que iba a necesitar y lo dispuso sobre la<br />

cama. Luego se subió a la cama, tiró d<strong>el</strong> hombre hasta que consiguió<br />

ponerlo sentado y se <strong>de</strong>slizó <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> él. Sosteniéndolo<br />

entre las rodillas, <strong>de</strong>jó que se echara <strong>de</strong> lado en <strong>el</strong>la hasta que su<br />

mejilla quedó apoyada en sus senos.<br />

—In<strong>de</strong>coroso, lo sé —murmuró mientras alargaba la mano<br />

para coger <strong>el</strong> tarro <strong>de</strong> la mi<strong>el</strong>—, pero usted no lo sabe y yo no<br />

voy a contarlo, y a<strong>de</strong>más es <strong>el</strong> único modo <strong>de</strong> curarle <strong>esta</strong> herida<br />

tan fea.<br />

El p<strong>el</strong>o <strong>esta</strong>ba ap<strong>el</strong>mazado con <strong>el</strong> barro y la sangre. Le limpió<br />

lo peor y, con cuidado, recortó todo <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o en torno a la herida.<br />

Ésta era irregular, tenía un aspecto muy feo y la sangre seguía<br />

saliendo lentamente, pero no le pareció que necesitara puntos <strong>de</strong><br />

sutura. Gracias a Dios; no soportaba ver perforar la carne con<br />

una aguja, y mucho menos, hacerlo <strong>el</strong>la misma.<br />

Le lavó bien la herida con agua caliente con sal, todo lo caliente<br />

que se atrevió a usar, e hizo cuanto pudo por asegurarse <strong>de</strong><br />

que en la herida no quedase nada que fuera a enconarla.<br />

Si <strong>el</strong> médico estuviera allí la espolvorearía con polvo <strong>de</strong> albahaca,<br />

pero <strong>el</strong>la no tenía nada parecido. Había oído que las t<strong>el</strong>arañas<br />

eran buenas para <strong>de</strong>tener las hemorragias, pero las arañas<br />

le ponían la carne <strong>de</strong> gallina y a<strong>de</strong>más en la casa no había ni<br />

una sola t<strong>el</strong>araña. Sólo tenía mi<strong>el</strong>. La mi<strong>el</strong> era buena para las<br />

quemaduras y los pequeños cortes, y era lo único que tenía en<br />

cantidad. Suavemente, empezó a untar <strong>de</strong> mi<strong>el</strong> la herida.<br />

Parecía un pecho.<br />

Tenía <strong>el</strong> cuerpo como <strong>el</strong> hi<strong>el</strong>o. Y como <strong>el</strong> fuego. Sentía punzadas<br />

<strong>de</strong> dolor insoportable <strong>de</strong> la cabeza a los pies. Intentó moverse.<br />

—No se mueva.<br />

Voz suave. Mandona. De mujer.<br />

Intentó abrir los ojos. Dolor que se le clavaba como si fueran<br />

astillas. Náuseas.<br />

—Vamos, chist.<br />

26

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!