Forward Kioto - Blog de Israel Pintor
Forward Kioto - Blog de Israel Pintor
Forward Kioto - Blog de Israel Pintor
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
112<br />
EDITORIAL ULTRAMARINA CARTONERA&DIGITAL<br />
DE SOMBRAS E IMANES<br />
Apenas a un día escaso <strong>de</strong> aquella tar<strong>de</strong>, cual heraldo <strong>de</strong> la muerte<br />
<strong>de</strong>l verano, sentí frío. Sólo fue un instante, una ráfaga <strong>de</strong> tantas que a<br />
veces <strong>de</strong>sviaba la trayectoria <strong>de</strong> las gotas que la ducha me ofrecía. No<br />
obstante, un atisbo <strong>de</strong> vida me atravesó, <strong>de</strong>masiado fugaz como para<br />
ser consciente <strong>de</strong> ello, electrificándome la piel y <strong>de</strong>sapareciendo tan<br />
súbitamente como llegó. Y seguí con aquella nueva rutina en la que<br />
ocupaba los días.<br />
Ahora lo sé: estaba cerca.<br />
No sabía por qué no iba a moverme <strong>de</strong> allí, pero sabía que no lo haría,<br />
ni cómo mis pasos me habían llevado hasta aquel lugar. No sabía<br />
exactamente por qué había empezado ese “viaje”… No terminaba<br />
aún <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r que lo había iniciado porque participaba en una vida<br />
huera, carente <strong>de</strong> emociones, porque era alguien sin motivos para nada,<br />
sin alicientes, ajeno a sensaciones intensas, falto <strong>de</strong> una historia <strong>de</strong><br />
trasfondo, necesitado <strong>de</strong> algún significado, el que fuera…<br />
Perdido, enredado entre nada, había <strong>de</strong>cidido caminar. Huyendo<br />
<strong>de</strong> la propia ausencia en sí y <strong>de</strong> la infinidad <strong>de</strong> preguntas que ésta<br />
engendraba, pensé que <strong>de</strong>bía darle la vuelta a mi apático mundo y, <strong>de</strong><br />
ese modo, cerraría aquella puerta, aquel vacío, y encontraría al menos<br />
un <strong>de</strong>sapasionado limbo al que no odiar. Quizá en el fondo albergaba el<br />
<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> encontrar lo que fallaba… Fugitivo <strong>de</strong> mi propia introspección,<br />
pues era ése el pozo más profundo don<strong>de</strong> podía caer si no hallaba la<br />
respuesta, casi me resigné <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio a convivir con el silencio.<br />
Abandoné todo lo conocido sin saber si sería temporal o permanente<br />
y me lancé, sin entusiasmo, a la aventura <strong>de</strong> rendirme en otra parte, o<br />
eso me dije para paliar la ansiedad que intentaba asfixiarme en forma <strong>de</strong><br />
constante incógnita:<br />
-¿Qué <strong>de</strong>monios es lo que me falta?-<br />
Dejé atrás el sur y me encaminé al norte, buscando el otro lado <strong>de</strong>l<br />
espejo.<br />
Aprendí a enten<strong>de</strong>r la sobrecogedora fuerza <strong>de</strong> la naturaleza, visité<br />
lugares paradisiacos y recorrí parajes <strong>de</strong> ensueño. Y aun así, el camino<br />
paralelo que iba haciendo en mi interior, seguía yermo.<br />
A veces recordaba las palabras que <strong>de</strong> niño me repetía el maestro.<br />
Egia – me llamaba, y yo lo miraba con previa incredulidad, <strong>de</strong>sganado<br />
– Tienes que apren<strong>de</strong>r estas cosas. Sé que ahora es aburrido, pero<br />
necesitarás saberlas para el futuro, para tu vida.<br />
El futuro se convirtió en botas <strong>de</strong> montaña y paso tras paso, sin rumbo,<br />
carretera, campo, un cielo interminable, bosques centinelas, monte,<br />
playas eternas, roca, agua límpida, amanecer tras ocaso y ocaso