Forward Kioto - Blog de Israel Pintor

TALLER CARTONERO/RECICLA/EDITA/CREA - VOL.3 TEC SEVILLA
no había sido más que una vana fantasía, que quizá todo el camino lo
había sido, que posiblemente el resto del mundo tenía razón y no existía
aquel tipo de conexiones… Y sé, ahora sé, que en un último arranque de
fuerza y rebeldía, decidió no resignarse y apostar doble o nada por aquel
hálito de esperanza con la determinación y la inconsistencia que sólo
la intuición posee. Ya ni si quiera anhelaba tener su respuesta, tan solo
saber que existía. Y comprendió que sólo había una manera: si había
seguido los sueños, habría de hacerlo hasta el final. El ciervo tenía que
morir.
Y decidió trocar su vida por encontrarme, por ver que existía, que era
real, durante un instante. Aun a riesgo de que estuviese equivocada…
Esa vida era ya insostenible.
Tomó la determinación de enfrentarle un último desafío al mundo,
sabiendo que, de un modo u otro, había perdido. Y, por alguna razón,
desencadenó algo que aún no termino de entender del todo. El
momento en el que nos encontramos sobre el lugar donde estábamos
y cómo acabé presionando con las palmas de mis manos (las mismas
que minutos antes la dibujaban, y que antes de eso la deseaban) sus
venas abiertas, aquel involuntario conjuro de sangre, nos otorgó una
eternidad de tormento para seguir buscando lo que ya, al fin, habíamos
encontrado; lo que nunca podremos tener.
Investigué también el lugar y el psiquiátrico, ese “oportuno” psiquiátrico.
Ellos… Llevan mucho tiempo aquí. Conocían la magia que manaba de
la tierra, de esta maldita tierra que ahora late bajo mis pies. La nuestra
no fue la primera historia así, ni será la última. Para eso están, para
atraparnos en las sombras a las que pertenecemos.
Todo el mundo la conoce por “la playa de las catedrales”. A praia das
catedrais… Pocos recuerdan su nombre real: Playa de Aguas Santas.
No he envejecido desde entonces. Ni lo haré.
Ni lo haremos.
123