Descargar - Viento Sur
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Obviamente, el exilio fue muy duro con la ocupación nazi y especialmente<br />
prolongado después con una dictadura franquista que parecía eterna a muchos.<br />
Durante varios meses Wile vivió en París y en Chartres, en residencia vigilada,<br />
y formó parte del CE del POUM que trató de reorganizar el partido en el<br />
exilio y en España, así como mantener las relaciones con las organizaciones<br />
afines de Francia y otros países de Europa y América. Detenido en Montauban<br />
en febrero de 1941, fue juzgado y condenado a 20 años de trabajos forzados<br />
por un tribunal francés “vichysta”. Afortunadamente resultó liberado el 19 de<br />
julio de 1944 tras el asalto al presidio de Eysse, efectuado por un grupo de<br />
guerrilleros de la Resistencia francesa que tenían que guardarse las espaldas<br />
del maquis perteneciente al PCF, que no se andaban con bromas. Permaneció<br />
en el maquis que le liberó hasta que pudo organizar, con militantes de la CNT<br />
y del POUM, una unidad de guerrilleros españoles llamada el Batallón<br />
Libertad, y en el cual obligadamente ejerció sus conocimientos de medicina.<br />
Wile pidió y obtuvo la desmovilización en abril de 1945 para consagrarse a la<br />
reorganización del POUM y a la publicación de La Batalla.<br />
En 1947, tras un viaje clandestino a Madrid y Cataluña, fue elegido secretario<br />
general del POUM en una conferencia general del partido celebrada en<br />
Toulouse (Francia) en franca oposición a la tendencia encabezada por Rovira,<br />
ruptura que nunca llegó a asimilar totalmente. Entonces todavía seguía viva la<br />
llama revolucionaria, la idea de que más bien pronto que tarde llegaría el final<br />
de la ignominia franquista. Pero los cincuenta fueron muy cuesta arriba, sobre<br />
todo desde que las conexiones –primordiales– con el interior se fueron haciendo<br />
cada vez más restringidas hasta casi desaparecer.<br />
Aún así, hubo años para la esperanza, como 1956. Fue el año de la revolución<br />
húngara que derrumbaba las odiosas estatuas de Stalin, y en que las masas<br />
apuntaban contra viejos torturadores estalinistas como Matyas Rakosi y Ernó<br />
Geröe, ambos implicados en la represión del POUM. Las conexiones se<br />
ampliaron con el Informe de Jruschev en el XX Congreso del PCUS, que La<br />
Batalla editó en un suplemento mientras que el PCE guardaba silencio (y el<br />
PCF trató de contener), y de esta época dato un Manifiesto /2 y un acto central<br />
en la Mutualité el viernes 2 de marzo de 1956. El texto concluía abogando<br />
constructivamente “Por el ‘honor’ y la victoria final del socialismo, la rehabilitación<br />
de todas las víctimas de las depuraciones estalinistas, que nos importa<br />
en el más alto grado”. Los autores se constituían en “comité por la revisión<br />
de los procesos estalinistas y la rehabilitación de las victimas de las depuraciones<br />
estalinistas”.<br />
En esto, y en tantas otras muchas actividades que jalonan la historia de la<br />
izquierda antiestalinista en Francia, Solano tuvo mucho que ver. Con todo moti-<br />
2/ Entre los firmantes se encontraban Gérard Bloch, André Breton, Jean Cassou, Jean Duvigneaud, Clara Malraux.<br />
Edgar Morin, Maurice Nadeau, Marceau Pivert, Paul Rivee, Jean Rous, Laurent Schwartz, Edith Thomas y<br />
Wilebaldo Solano que constaba entre los oradores junto con Morin, Nadeau, Pivert, Rous, Schwartz, y otros.<br />
116 VIENTO SUR Número 112/Octubre 2010