Descargar PDF - Centro Cultural José Pío Aza
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A R T Í C U L O<br />
12<br />
Uno de los mayores valores cinematográficos de la misma es el guión, firmado por<br />
Paul Alberti, esposo de la directora, guionista habitual del excelente realizador<br />
británico Ken Loach. Los guiones de Laberty se centran en temas sociopolíticos.<br />
Refleja en ellos la sensibilidad que se despertó en él colaborando para una<br />
organización de derechos humanos que le llevó a trabajar durante la guerra de<br />
Nicaragua, El Salvador y Guatemala.<br />
Se advierte en este guión que Laberty ha profundizado en un tiempo y unos<br />
personajes que le son muy queridos. Precisamente la película se la dedica a<br />
Howard Zinn, un historiador norteamericano, activista, escritor y director de<br />
programas de televisión, especializado en el tema de Colón y Bartolomé de Las<br />
Casas y los primeros frailes que defendieron a los indígenas. Laberty coincidió con<br />
Zinn en Nicaragua.<br />
Son muchos los valores cinematográficos de "También la lluvia", como la maestría<br />
para con muy pocas secuencias, dando una visión intensa de lo que supuso aquel<br />
atropello de Colón y sus esbirros: la secuencia de las mamás que se resisten<br />
incluso a la ficción de ahogar a sus criaturas; las cruces y piras en que van a ser<br />
quedamos los nativos rebeldes y Hatuey escupiendo y respondiendo al<br />
franciscano (utilizando la crónica de fray Bartolomé), que si los españoles van al<br />
cielo, él prefiere ir al infierno; las secuencias que combinan el pasado y el<br />
presente, el sermón de Montesinos como espinazo de todo el filme, el choque de<br />
culturas y como continúa el paradigma del indio siempre menor de edad e<br />
inconsciente, los soldados españoles primero y luego los policías nacionales<br />
echándoles los perros a los nativos, la compra de los líderes, la figura de Colón<br />
como el primer enfebrecido y salvaje buscador de oro….<br />
Pero no es nuestra intención analizar tanto los valores fílmicos, cuanto qué<br />
análisis hacemos "500 años después" de nuestra propia realidad, los conflictos<br />
sociales, nuestro apostolado dominicano y misionero.<br />
En primer lugar me enorgullece tener por hermanos y modelos a aquella primera<br />
comunidad dominica de La Española, y sobre todo a fray Bartolomé de Las Casas<br />
quien, como dice el guión: "utilizó hasta su último aliento para denunciar a los<br />
obispos corruptos, a los comerciantes, a los funcionarios del rey. El estado entero<br />
le odiaba. Afirmó que los indios habían sido sacrificados y cito textualmente, por<br />
apetitos e intereses privados. Era un radical, un radical, pedía el mismo trato que<br />
tenían los españoles para los indios. Era un avanzado para la época".<br />
Un hombre enfrentado a todo un Imperio y a la misma iglesia que en "el parecer de<br />
Yucay", escrito por el también dominico Fray García de Toledo, clérigo bajo el<br />
mandato de su tío el Virrey Francisco de Toledo, y que decía cosas tan<br />
"iluminadas" como éstas: "Así digo de estos indios que uno de los medios de su<br />
predestinación y salvación fueron estas minas, tesoros y riquezas, porque vemos<br />
claramente que donde las hay va el Evangelio volando y en competencia, y a