Descargar PDF - Centro Cultural José Pío Aza

La depredación del Bosque
R.P. Pedro Rey, OP
Misión Shintuya
Siempre se ha dicho que los indígenas amaban el bosque y lo defienden; es más,
que lo han defendido como la despensa madre, y como el hábitat necesario para
desarrollar su vida. El indígena sin el bosque es como el pez sin el agua. Toda su
vida dependía de la selva, y era para ellos como la gran madre que continuamente
los estaba acariciando y alimentando. Pero esto ha cambiado y ahora se han
vuelto los mayores depredadores del bosque. ¿Por qué antes eran los guardianes
del bosque y ahora se han vuelo los destructores del bosque?
Antes la vida era más estable: se hacía lo mismo, se comía lo mismo, se vestía lo
mismo, etc. Pero ahora todo ha cambiado; la civilización les ha creado muchas
necesidades que tienen que cubrir. La seducción es un gasto continuo, y si
estudian carrera el costo es más grande aún.
El avance de la civilización está dejando una deuda que será muy difícil poder
pagar. Los indígenas que antes no querían al blanco, ahora lo llaman para trabajar
la madera y la chacra. Es mucha gente foránea la que hay en las comunidades
depredando el bosque. Los indígenas venden los árboles a los "invitados" por 500
u 800 soles, según la calidad del árbol. Es una forma fácil de trabajar.
Pero esto no eleva la calidad de vida, ya que el dinero se va por otro camino. A la
gran madre selva se le está sacando el jugo, todo es extracción y nadie pone una
planta. Nadie quiere invertir, porque no ven asegurada su inversión. Pensamos
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A R T Í C U L O