You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
- Rupert -me dijo mi querida Tía Wilhelmina-, hace tiempo que no repetimos<br />
ningún restaurante. Y en nuestro largo recorrido por los mejores lugares de esta<br />
ciudad, hay algunos a los que vale la pena volver. ¿Don’t you think so?<br />
- Así lo creo, Tante -me apresuré a afirmar, sobre todo, llamándola Tante,<br />
como a ella le gusta. -¿A dónde te gustaría ir?<br />
- Recuerdo un lugar que me agradó mucho por su buen servicio y lo escogido de<br />
su carta: el Litoral en la Colonia Condesa.<br />
- Buena idea -no pude menos que aceptar. Y es que, en efecto, el Litoral nos<br />
había parecido en aquella ocasión muy agradable. Nos encaminamos a la Colonia<br />
Condesa, uno de los rumbos preferidos de meine liebe Tante, llegamos<br />
al Litoral y rápidamente nuestro automóvil quedó en manos de un diligente<br />
acomodador.<br />
La Avenida Tamaulipas, es una de las mejor cuidadas, con sus camellones<br />
arbolados y sus banquetas donde las mesas de los múltiples restaurantes les dan<br />
un aire cosmopolita.<br />
Logramos un lugar junto a la cortina de plástico que envuelve la zona de la<br />
banqueta y que protege bastante del ruido de la calle.<br />
La carta, sobre todo en lo que se refiere a productos el mar, es más que amplia.<br />
Pero lo que más nos agrada es la sugerencia que figura en ella. Todo un ejemplo<br />
a seguir de lo que debe ser la convivencia y el civismo: el respeto a los habitantes<br />
de la Condesa que no tienen por qué sufrir los inconvenientes de la afluencia de<br />
2 • P E R S O N A E<br />
Litoral<br />
Restaurante<br />
Mar de opciones para gustos variados<br />
Otro detalle interesante: se puede pedir<br />
un buen vino por copeo, oferta que ojalá<br />
siga prosperando en todos los restaurantes,<br />
pues es excesivo cuando comen dos personas<br />
el consumir toda una botella<br />
Por: Ruperto de Nola<br />
visitantes que van en busca de galerías, de tiendas y de buenos lugares para comer.<br />
No estacionarse frente a las entradas de los edificios: es el consejo<br />
que el Litoral ofrece a sus clientes, que son numerosos, pues ni en la planta baja,<br />
donde nos acomodaron, ni en el mezanine, muy agradable por cierto, quedaba una<br />
mesa desocupada. Lo cual es la mejor recomendación.<br />
-Mira Wilhelmina, tú, que tanto criticas la invasión del inglés, la carta tiene<br />
un punto a su favor: ofrecen emparedados en vez de sandwiches que tanto<br />
te molesta.<br />
-Es un acierto. Basta ya de utilizar palabras extranjeras si el español tiene equivalentes<br />
-aprobó mi Tía, pero no pudo evitar otra crítica: -Lástima que más adelante<br />
compensen ese rasgo inteligente con otro negativo, paradójicamente muy común en<br />
México: huitlacoche. Don Luis Cabrera, destacado conocedor del idioma<br />
náhuatl, en su diccionario de aztequismos cataloga huitlacoche como corrupción<br />
de la palabra cuitlacoche. Y en el artículo dedicado a cuitlacoche<br />
explica: “…viene su nombre de la semejanza con un pájaro (especie<br />
de tordo de color negro que vive a ras del suelo en las milpas), el<br />
que suponen tiene la costumbre de dormir en los estercoleros, y<br />
justifican así la etimología de cuitlatl, mierda y cochi, dormir...”<br />
Perdón por la mención escatológica, pero así la asienta Don Luis.<br />
-Tante querida. Después de este breviario cultural ¿podemos ordenar nuestros<br />
sagrados alimentos?