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Gastronomía
Franck Dieudonné Franco Alarcón,
Soledad Meneses,
sommelier del Brick enóloga de Viña Sutil
Restaurant Brick y
Viña Sutil
En una noche de verano, en Hotel Radisson
Plaza Santiago, se ofreció la muestra de un
perfecto maridaje de las creaciones culinarias
del chef ejecutivo Frank Dieudonné, con
tintos y blancos de Viña Sutil
E
n la ocasión se degustaron
cuatro vinos, en total
complicidad con los
delicados sabores de la nueva
carta del Brick, creada por
Dieudonné. "Raviolis de centolla con un
toque de vainilla fresca" fue el plato que abrió
la noche junto a un sugerente Limited
Release Sauvignon Blanc 2007, creando una
muy festiva unión, donde los sabores del
vino y la centolla se equilibraron para
apreciar en todo su esplendor la sutil
delicadeza del crustáceo y el sabor dulzón de
la vainilla, junto a la frescura y características
de este Sauvignon Blanc.
La enóloga de Viña Sutil Soledad
Meneses, y el sommelier del Brick, Franco
Alarcón, explicaron cada una de las cualidades
de las cepas para la selección de esta
presentación culinaria. En cuanto al primer
Blanco Gran Reserva, se destacó la ausencia
de madera en su proceso, lo que constituye
toda una novedad en la creación de vinos. El
Valle del Limarí, de donde se origina, posee
un sello característico, una gran cantidad de
minerales que le otorga un toque salado,
fresco y mineralizado, acompañado de la rica
acidez de la fruta madura.
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Maridaje
El segundo plato, un "Lomo de conejo
grillé a punto y samosa de hongos
silvestres, acompañado de confitado de
pierna", se presentó con un Limited
Release Carménère 2005, vino maduro,
con notas a pimienta y esencia a botón de
rosa que aflora mientras se bebe.
Dieudonné plantea un contrapeso de
sabores entre la carne de conejo y el puré
de zapallo, permitiendo que este plato se
una con la acidez justa del Carménère
Gran Reserva. Por su parte el "Ossobucco
de wagyú cocido al vacío con aroma de
trufa blanca y risotto de queso parmesano",
plato robusto en sabor y textura, contrasta
y forma por sí solo una conjugación
inigualable. Debido a la grasa del wagyú, el
vino propuesto fue un Limited Release
Cabernet Sauvignon, que equilibra con
profundidad en boca, y que gracias a su
acidez, es el compañero ideal para un plato
potente como el propuesto por el chef.
Finalmente en el maridaje, se ofreció
"Tartaleta de damasco y almendra", un postre
que dio cabida a un Late Harvest 2006 de
Viña Sutil, vino con delicado dulzor que
permitió apreciar este bocado sin
alteraciones.
Lomo de conejo grillé a punto
con samosa de hongos silvestres
y confitado de pierna
Tartaleta de damasco y almendra
Raviolis de centolla en
mantequilla con un toque de
vainilla fresca
Ossobucco de wagyú cocido al vacío con
aroma de trufa blanca y risotto de queso
parmesano