19.05.2013 Views

Charles Baudelaire PDF - Arquitrave

Charles Baudelaire PDF - Arquitrave

Charles Baudelaire PDF - Arquitrave

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Me encuentro en vastas galerías, que comunica entre sí, — mal iluminadas,<br />

de un carácter triste y ajado, — como los viejos cafés, los antiguos<br />

gabinetes de lectura o las viles casas de juego. Las muchachas, esparcidas a<br />

través de esas vastas galerías, conversan con hombres, entre los cuales veo<br />

colegiales. Me siento muy triste y muy intimidado; temo que vean mis pies.<br />

Los miro, noto que hay uno que lleva un zapato. Algún tiempo después,<br />

reparo en que hay dos calzados. Lo que me asombra, es que las paredes de<br />

esas vastas galerías están adornadas con dibujos de todas clases, enmarcados.<br />

Todos no son obscenos. Hay incluso dibujos de arquitectura y figuras egipcias.<br />

Como me siento de más en más intimidado, y no oso abordar a una<br />

muchacha, me divierto examinando minuciosamente todos los dibujos.<br />

En una parte alejada de una de esas galerías, encuentro una serie muy<br />

singular. En una multitud de pequeños cuadros, veo dibujos, miniaturas,<br />

pruebas fotográficas. Representan pájaros coloreados, con plumajes muy brillantes,<br />

cuyo ojo está vivo. A veces, no hay más que mitades de pájaros.<br />

Representan a veces imágenes de seres extraños, monstruosos, casi amorfos,<br />

como aerolitos. En un rincón de cada dibujo, hay una nota: la muchacha<br />

tal, con años de edad, ha dado a luz este feto, en tal año. Y otras notas<br />

por el estilo.<br />

Se me ocurre reflexionar que ese género de dibujos es bien poco adecuado<br />

para dar ideas de amor. Otra reflexión es ésta: no hay verdaderamente<br />

en el mundo más que un solo diario, y es El Siglo, que pueda ser tan bruto<br />

como para abrir un prostíbulo, y poner allí al mismo tiempo un museo de<br />

medicina. En efecto, me digo de pronto, es El Siglo el que ha puesto los<br />

fondos para esta especulación de burdel, y el museo de medicina se explica<br />

por su manía de progreso, de ciencia, de difusión de las luces. Entonces, reflexiono<br />

que la estupidez y la tontería modernas tienen su utilidad misteriosa,<br />

y que, a menudo, lo que ha sido hecho para el mal, por una mecánica<br />

espiritual, gira hacia el bien.<br />

Admiro en mí mismo la precisión de mi espíritu filosófico. Pero, entre<br />

todos esos seres, hay uno que ha vivido. Es un monstruo nacido en la<br />

casa y que se mantiene eternamente sobre un pedestal. Aunque vivo, forma<br />

parte entonces del museo. No es feo. Su figura es incluso linda, muy curtida,<br />

de un color oriental. Hay en él mucho de rosa y de verde. Se mantiene<br />

64

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!