Al_Trote_07

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De niño prodigio a comentarista de ley
- ¿Cómo es la preproducción de un comentario? ¿Cuáles son las cosas
que no deben faltar?
- Conocer el 80 por ciento de los jugadores que vas a ver, como mínimo,
es una cuestión obligatoria. Y hay detalles que son importantes desde el
fondo y desde la forma. Desde el fondo, a los 10 minutos de partido un
comentarista ya tiene que tener en claro cómo se paran los equipos y,
un ratito después, tener en claro por dónde va el partido y qué es lo que
busca cada equipo. Y otra cosa muy importante es que el comentarista se
debe parar frente al partido sin ningún tipo de prejuicio. Como es el que
le va a poner conceptos al partido, tiene que sentarse ante el partido tratando
de ver qué es lo que el partido le ofrece y no poniendo su punto de
vista del juego al servicio del partido. Nunca me gustó lo “camaleónico” del
periodismo. Adaptar los partidos a lo que se quiere decir es lo que llamo
“camaleónico”. Todo esto tiene que ver con el fondo.
- ¿Y cuáles son esas formas que se deben tener en cuenta?
- El comentarista siempre debe ser la pausa de ese relator que viene a fondo
arriba de la jugada. Eso es lo que le va a dar al show radial otra cadencia.
Por oposición, el comentarista tiene que bajar tres cambios. Y en las
formas está también la manera en que vos puedas explicarlo. La riqueza
idiomática, la capacidad, el vocabulario, las figuras literarias o creativas, los
juegos de palabras; todo esto ayuda. Y por último y esencial, el comentarista
debe saber que la prioridad siempre la tiene el relator.
“La televisión potencia
todo. Es un medio que te
permite ser notorio…
después vemos
si sos notable.”
tos de grabación que después iba a ir
poniendo uno atrás del otro en una
producción que preparaba con los
textos, con las grabaciones, anotando
en un papel los pies de apertura y
de cierre de cada grabación. Laburos
artesanales que se podían plasmar,
eso era lo bueno.
- Trabajaste en los tres formatos
¿Cuál te sienta mejor o creés que
te da las mejores herramientas
para desarrollar la profesión?
- No te puedo decir que me guste un
formato más que el otro. Sí creo que
hay una cantidad de cosas que son
evidentes. La televisión es mucho
más cruel que la radio y no te da la
espontaneidad y el tiempo que si tenés
en la radio como para desarrollar
un proyecto que permita demostrar
la calidad. La televisión potencia
todo. Es un medio que te permite ser
notorio… después vemos si sos notable.
Y hay mucha gente a la que le
encanta la notoriedad.
- ¿Y en la radio no se da eso?
- En este sentido, la radio y la gráfica
no apuntan tanto al marketing desde
la fama y la notoriedad. Y me afilio a
esa idea, aunque no sé si algún día
lo lograré, pero entre ser notorio y
tener notoriedad o entre ser famoso
y ser prestigioso está muy claro qué
es lo que quiero. Y el periodismo deportivo
no le escapa a esa cuestión
de “ensalzar” todo lo que tiene que
ver con la notoriedad y el ruido. Tiene
que hacer ruido para que venda,
para que lo “levante” el resto. No hay
en televisión programas en los que
se hable del juego. También debemos
preguntarnos si la gente quiere
que le hablemos del juego.
- Hablando un poco de los personajes
que escapan a esta lógica del
ruido: ¿por qué elegiste a Bielsa
para escribir un libro?
- Lo que me pareció interesante como
objeto de estudio era la personalidad
de un tipo que estaba dentro del ambiente
del fútbol en el que la vanidad
y el conventillo son moneda corriente
y éste era un tipo del cual, aún los jugadores
que tuvieron problemas con
él igual hablaban bien. Un tipo que
ante preguntas frívolas siempre tuvo
respuestas inteligentes. Personas que
tienen esa capacidad me despiertan
admiración. Por su manera de querer
jugar y ganar, también. Pero apunto
más que nada a la persona.
- Un hombre que tiene mucho de
aquellos fundadores de los clubes