Al_Trote_07

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La pelota en el medio
Todos juegan
Jugadores, dirigentes y periodistas forman un triángulo maquiavélico
en el que dejan ver en carne viva los intereses de cada parte.
Mientras, el espectador queda atrapado en un juego de mentiras.
Por Josefina Mas
El análisis de las llamadas “novelas
del verano” junto a otro sinfín
de noticias deportivas (como para
demostrar que la que queda en el
medio, siempre es la pelota) dejan
mucha tela para cortar. Todas y cada
una de ellas son la fiel expresión de
un juego de poder en el que medios,
periodistas, deportistas y dirigentes
se necesitan mutuamente.
La ida y las mil vueltas de Juan
Román Riquelme a Boca Juniors, el
libro de pases, los superclásicos de
verano, los escándalos en torno a
Diego Armando Maradona, entre
otras, ¿qué tienen como común denominador?
Definitivamente, no son casualidad,
y el caso de Riquelme es un
ejemplo más que gráfico. Así como
los medios necesitaron de él y de la
dirigencia para llenar horas interminables
de programación, la dirigencia
y él necesitaron de los medios
para llevar y traer información que
favoreciera a uno o al otro, según las
circunstancias.
Durante más de 7 meses (entre
ellos el estío, estación en la que con el
parate futbolístico, la información no
abunda), medios gráficos, radiales y
audiovisuales, “informaron” en torno
a suposiciones, opiniones, rumores
y análisis, que sostuvieron un mismo
tema en la agenda mediática.
Como dice Sergio Levinsky en su
libro El Deporte de Informar se trata
de un fenómeno que se desarrolló
en la década del ´90, y que trajo aparejada
la banalización y precarización
del periodismo deportivo, lo que el
autor denomina la “cháchara deportiva”.
Un tiempo donde la polémica,
la discusión vacía, la espectacularización
del deporte, vencieron al pensamiento
crítico y a la profundización
de los temas, entre otros aspectos.
Allá lejos quedaron las tres fuentes
informativas que diversos especialistas
aconsejan consultar para
verificar la fidelidad de un dato, para
dejar lugar a infinidad de verbos
utilizados en potencial, que no confirman
pero dicen lo que se quiere
decir, estirando “la novela”.
La noche del 4 de julio pasado,
en San Pablo, tras el partido que Boca
perdió por 2 a 0 contra el Corinthians
por la final de la Copa Libertadores
de América, las declaraciones de
Juan Román fueron categóricas: “Me