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Tomo II.PDF - El Mundo Bíblico

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252 HISTORIA DEL PENSAMIENTO CRISTIANO, <strong>Tomo</strong> 11<br />

Roberto de Kilwardby enseñó también en Oxford, y después llegó a<br />

ser arzobispo de Canterbury. Su doctrina era típicamente agustiniana,<br />

pues enseñaba la iluminación como requisito del conocimiento, las<br />

razones seminales como explicación de la causalidad, y la composición<br />

hilemórfica de los seres intelectuales. U Como veremos más adelante,<br />

Kilwardby se opuso, no sólo al aristotelismo averroísta, sino también<br />

al tomismo, y utilizó para combatirlo tanto sus obras e intelecto como<br />

su autoridad jerárquica.<br />

Pedro de Tarantasia, que después llegó a ocupar la sede romana bajo<br />

el nombre de Inocencio V, fue maestro en París en dos ocasiones<br />

diversas. Sus principales obras teológicas fueron sus Comentarios a las<br />

epístolas paulinas y su Comentario a las Sentencias. Al igual que Fishacre<br />

y Kilwardby, expuso la teología tradicional agustiniana, al tiempo que<br />

intentaba asimilar aquellos aspectos de la nueva filosofía que le parecían<br />

compatibles con ella. Por su gran erudición sus admiradores le<br />

dieron el título de «Doctor Famosísimo». 12<br />

<strong>El</strong> agustinismo franciscano<br />

En términos generales, los teólogos franciscanos del siglo X<strong>II</strong>I siguieron<br />

la línea tradicional, aceptando de la nueva filosofía sólo aquello que<br />

era compatible con el agustinismo, valOl:ando a Platón y los neoplatónicos<br />

por encima de Aristóteles, y dando al todo un tono místico en<br />

el que se combinaba la influencia del Seudo-Dionisia y los victorinos<br />

con la de San Bernardo y, naturalmente, San Francisco. <strong>El</strong> primer<br />

maestro franciscano fue Alejandro de Hales, a quien rodearon varios<br />

discípulos ilustres de la misma orden. Poco después, con San Buenaventura,<br />

la teología franciscana llega a su momento culminante del<br />

siglo Xl<strong>II</strong>. Los sucesores de Buenaventura tuvieron ya que enfrentarse<br />

al tomismo de los dominicos, y algunos lo rechazaron categóricamente<br />

mientras que otros aceptaron algunas de sus posiciones e intentaron<br />

asimilarlas a su teología. Con Juan Duns Escoto, la teología franciscana<br />

llegó a una nueva cumbre; pero este pensador no pertenece al presente<br />

capítulo.<br />

ing to Richard Fishacre: Edition of the Prologue to His Commentary on the Sentences»,<br />

MedSt, 8 y 9 (1966-67), 63-87.<br />

<strong>II</strong> lbid., pp. 140-143.<br />

12 J. Forget, "Innocent V», DTC V<strong>II</strong>, 1996-1997. Su obra contra la teoría de la eternidad<br />

del mundo permanece inédita. Véase O. Argerami, «Circa Petri de Tarantasia quaestionem<br />

'De aeternitate mundi'», PatMed, 2 (1981), 74-84.<br />

EL AGUSTINISMO DEL SIGLO X<strong>II</strong>I 253<br />

Alejandro de Hales<br />

Este teólogo se hizo franciscano en el año 1236, cuando contaba unos<br />

cincuenta años de edad, y tras haber escrito la mayoría de sus obras<br />

teológicas.I 3 Estas obras son sus Glosas a los cuatro libros de Sentencias de<br />

Pedro Lombardo -escritas antes de 1229 1 4-, sus Quaestiones disputatae,<br />

15 y la Suma Teológica, acerca de la cual hay complejas cuestiones de<br />

autenticidad.I 6 Puesto que Alejandro se unió a los Hermanos Menores<br />

después de formular su teología, no debe pensarse que al hablar de él<br />

como el primero de los maestros de la escuela franciscana queremos<br />

decir que su pensamiento se forjó dentro del ideal franciscano. Por el<br />

contrario, Alejandro trajo a la orden una teología ya hecha, y esta<br />

teología, por razón de la influencia del maestro, contribuyó a la formación<br />

del pensamiento teológico franciscano.<br />

Alejandro es un pensador que está al tanto de las corrientes de su<br />

tiempo, pero que no está dispuesto a dejarse llevar por ellas. Al leer sus<br />

obras, no puede quedar duda alguna de que conoce la casi totalidad de<br />

los escritos de Aristóteles. A menudo cita al gran estagirita en apoyo<br />

de alguna posición filosófica. Pero a pesar de ello Alejandro se mueve<br />

aún dentro del ámbito del neoplatonicismo agustiniano. Las fuentes de<br />

su pensamiento son Agustín, Anselmo, Hugo de San Víctor y otros<br />

escritores eclesiásticos, y Aristóteles le sirve sólo para apoyar con su<br />

creciente prestigio algunas doctrinas tomadas de esos escritores.I7<br />

13 Las fuentes para la biografía de Alejandro han sido compiladas y discutidas por V.<br />

Doucet en su introducción a Glossa in quatorlibros Sententiarum Petri Lombardi, de<br />

Alejandro, Vol. I (Quaracchi, Florentiae, 1951), pp. 7-75.<br />

14 Véase la nota anterior. La edición consta de cuatro volúmenes (1951-1 957). Hay varias<br />

recensiones de esta obra. <strong>El</strong> cuarto libro, incompleto, es de paternidad más dudosa<br />

que los anteriores (véase Vol. IV, prolegomena, pp. 44-46).<br />

15 Sólo he podido utilizar las Quaestiones disputatae antequam esset frater, 3 Vols. (Quaracchi,<br />

Florentiae, 1960).<br />

16 Summa Theologica, 5 Vols. (Quaracchi, Florentiae, 1924-1 948). Rogerio Bacon, en el año<br />

1267, dice que los franciscanos

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