capitulo i - Repositorio de la Universidad Estatal de Milagro - Unemi

2.1. Antecedentes
CAPITULO II
2.-MARCO TEORICO
La alarma se ha disparado: la violencia escolar parece enfermedad endémica que
cada día nos ofrece nuevos datos y nuevos brotes. Si, la sociedad hace bien en
alarmarse, pero sin exagerar, pues, aun reconociendo la indisciplina en las aulas, no
hay que tocar a rebato ante la violencia escolar.
Pero esa alarma social debe llamar a la reflexión, y en esos momentos de sosiego
examinar alguna de las causas de esa violencia escolar, violencia entre compañeros,
violencia y agresiones verbales y físicas de los alumnos a los profesores.
Al observar nosotros hemos señalado algunas de las causas de los brotes cada vez
mas frecuente de la violencia en las aulas. “Hay adolescentes no tienen conciencia
de los limites, no saben auto controlarse, que no han sido educados en la
autolimitación y, sobre todo, que les falca capacidad para ponerse en el lugar de
otro”. Cierta es la descripción que hemos encontrado en ciertos jóvenes.
¿Qué hacer? Y una vez más surge el papel de la familia. “El papel de las familias es
muy importante porque deben ser los padres quienes ayuden a que sus hijos se
autocontroles, a que piensen en los demás, a que se pongan en el lugar del otro,
bien sea un hermano, un compañero, un abuelo o el propio padre; cada edad exige
un atiento diferente, pero mucho padres han tirado la toalla y creen que es la escuela
donde se debe producir ese entrenamiento”.
Soy reiterativo en señalar el papel ineludible y e irrenunciable de los padres en la
educación de los hijos; es posible que gota a gota se horade la piedad de algunas
familias respecto a la educación de los hijos. Y son los padres los que deben enseñar
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