CONCURSO LITERARIO - Museo dell'Emigrante

La fiesta eran en La 60 cuadra, nos casamos en la iglesia de los
Capuchinos. Cuando fue la hora de vestirse la novia, no llegaba la modista con el
vestido, hasta que por fin llegó. La modista, era la chica que ayudó tanto a la nona,
cuando recién habíamos llegado a la Argentina, ella era María Visoná.
Tu madre pudo llegar a tiempo a la iglesia, pero que pasaba. El fotógrafo
que habíamos contratado no estaba, pero eso se pudo solucionar. Lo demás salió todo
bien.
La fecha de nuestro casamiento fue el 12 de abril de 1958.
En esos años Don Gino Gianini, padre de la esposa de Mingo, nos dice si
queríamos hacer una estación de servicio. Conversamos unas veces y dijimos que sí,
nos comenta queen la Avenida Colón había un lote de cien metros de frente por
cincuenta de fondo, nos gustó y se compró.
Se formó una sociedad, éramos los cuatros hermanos Giardi, dos
hermanos Gianini, y dos hermanos Alamino. A los pocos días se empezó a trabajar.
Nos llevó como dos años para poder terminarla. Por esa época no había estaciones
con culumnas y aleros, la nuestra fue la más grande que se había construido, nos
costó un disparate, pero con esfuerzo se hizo.
Le pusimos de nombre Universo, que actualmente existe. Después de
terminada la estación Lino era uno de los que estaba al frente de la estación, él había
hecho hasta quinto grado, un poco más que Mingo y Yo. Mingo quedó en el mercado,
Berto en la chacra y YO me tuve que hacer cargo de la quinta y cuando podía Berto
me ayudaba.
El trabajo estaba repartido, todos teníamos responsabilidates, por varios
años todo andaba bien. Cambiamos el auto por un Ditella nuevo y también
compramos un camión Chevrolet, con volcador para poder descargar bien el guano,
que utilizábamos para fertilizar la tierra.
Para ese tiempo ya había nacido Eduardo, estábamos muy contentos.
Imaginare lo que era para tus otros nons, el primer nieto, Don Manolo y Doña Nena
estaban felices. Cuando Eduardo tenía un año y tres meses nos fuimos a Salta en el
auto del nono Manolo, el viaje fue muy lindo, pero cuando llegamos a Cafayate, nos
volvimos por Tafí del Valle, comencé a notar que los frenos del auto me fallaban,
volvimos hasta Cafayate y los hice arreglar. Cuando hicimos unos diez kilómetros,
empezaban los médanos tuve que usar los frenos, la goma se recalentó, el auto
levantó la temperatura. Tuvimos que parar.
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