17.06.2013 Views

Tablas de Sangre de José Rivera Indarte - Spanish

Tablas de Sangre de José Rivera Indarte - Spanish

Tablas de Sangre de José Rivera Indarte - Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

200<br />

Leila Area<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus anaqueles los “ejemplares” constitutivos <strong>de</strong> un canon beligerante<br />

y organizador <strong>de</strong> una memoria resentida y rencorosa <strong>de</strong> nación. Porque, si<br />

como afirmaba David Viñas “la literatura argentina comienza con Rosas”<br />

digamos que ésta es una literatura que extien<strong>de</strong> su judicatura hasta fijar—<br />

para su lectura—una ejemplaridad inaudita y que, por ello mismo, funda<br />

los modos <strong>de</strong> leer la nación argentina. Así, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este primer ejemplar la ardiente<br />

apología <strong>de</strong>l tiranicidio se apoya en un <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> erudición poco<br />

común en estos casos. <strong>Rivera</strong> <strong>Indarte</strong> ce<strong>de</strong> la palabra a tratadistas prestigiosos,<br />

graves historiadores, austeros moralistas, jurisconsultos <strong>de</strong> nota y<br />

con fruición los <strong>de</strong>ja hablar. Intercala en esa escenográfica <strong>de</strong> opiniones<br />

autorizadas, citas <strong>de</strong> libros sagrados y <strong>de</strong> conocidos doctores <strong>de</strong> la Iglesia,<br />

con el propósito ostensible <strong>de</strong> contagiar su escritura <strong>de</strong> santidad (asumo<br />

el oxímoron). Al mismo tiempo, obliga al lector a interrogarse acerca <strong>de</strong><br />

si el escritor <strong>de</strong> tamaña exorbitancia habría estado alertado que estaba invitando<br />

a la propia hija <strong>de</strong> Rosas 12 a atentar contra la vida <strong>de</strong> su padre o<br />

que, en pasajes inflamados <strong>de</strong> salvaje elocuencia, llamaba “ilustre” y hasta<br />

“hombre-Dios” 13 al inédito tiranicida.<br />

No obstante, al proferir lo inaudito su contenido se vacía por exceso;<br />

la fuerza tautológica resulta <strong>de</strong>vastadora dado que disuelve todo intento<br />

<strong>de</strong> fundamentación. Así lo habría leído Esteban Echeverría, quién se resiste<br />

a convertirse en uno <strong>de</strong> sus nuevos con-géneres cuando—al <strong>de</strong>cir <strong>de</strong><br />

Saldías—ensor<strong>de</strong>cido por tal exceso, preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>spegarse <strong>de</strong> tal pringue<br />

diciendo:<br />

[¿] Qué doctrina social ha formulado V. en su apostolado <strong>de</strong> cinco años en<br />

El Nacional: qué i<strong>de</strong>a nueva ha emitido, qué importación inteligente nos ha<br />

inoculado, qué poesía original nos ha revelado, qué intuición <strong>de</strong> su genio<br />

nos ha embutido? […]. Apostolado para el pueblo dice V.! Apostolado <strong>de</strong><br />

sangre, <strong>de</strong> difamación, <strong>de</strong> inmundicia […] Hay una doctrina que V. ha<br />

concebido y <strong>de</strong>sarrollado con la erudición más escogida, y esta doctrina<br />

es la más digna <strong>de</strong> su apostolado: el tiranicidio. Pero el pueblo replica<br />

indignado: que venga á matar el muy villano, si tiene corazón <strong>de</strong> asesino;<br />

que venga á santificar con su sangre su doctrina […] Y el padre Mariana<br />

se levanta <strong>de</strong> su tumba gritando: Venga mi doctrina! Fuera ese fárrago <strong>de</strong><br />

erudición que empacha, fuera esa lógica tuerta […] (“Carta <strong>de</strong> Echeverría<br />

en mi archivo” en Saldías 44).<br />

Sin lugar a dudas, <strong>Tablas</strong> <strong>de</strong> sangre y “Es acción santa matar a Rosas”<br />

apuntaron—en su doble sentido—a Juan Manuel <strong>de</strong> Rosas como arquetipo<br />

<strong>de</strong> caudillo, es <strong>de</strong>cir, a la corporeización <strong>de</strong>l paternalismo en la sociedad<br />

rioplatense <strong>de</strong>l siglo XIX, que respondía más al amparo que a la política;<br />

arquetipo que, sin solución <strong>de</strong> continuidad, encarnaba el Restaurador<br />

como pater <strong>de</strong> una nación naciente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> y en el conflicto. Como dijera<br />

Alberto Ezcurra Medrano—en un soterrado opúsculo hallado por mí en<br />

alguna olvidada biblioteca:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!