Tablas de Sangre de José Rivera Indarte - Spanish
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202<br />
Leila Area<br />
5 La composición, publicada en hoja suelta con la efigie <strong>de</strong> Rosas, sale a la venta cuando éste asume<br />
por segunda vez el po<strong>de</strong>r. La música fue compuesta por Esteban Manzini; se estrenó el 13 <strong>de</strong> junio<br />
<strong>de</strong> 1835, en el teatro Coliseo.<br />
6 Las voces partidarias alertan que Rosas habría tenido un sentido estricto <strong>de</strong> la justicia y si bien<br />
había perdonado algunas veces a sus enemigos políticos (el general Paz, los conspiradores <strong>de</strong><br />
1839, el coronel Pedro Díaz, entre otros), no lo hizo con aquéllos acusados <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos comunes<br />
y menos tratándose <strong>de</strong> correligionarios o familiares a quienes creía obligados más que otros a<br />
respetar las leyes.<br />
7 Como emblema generacional, la búsqueda <strong>de</strong>l origen involucraba un elemento regenerador; era<br />
la preocupación por hallar lo primigenio, lo que no tenía antece<strong>de</strong>ntes, el tiempo fuerte en que<br />
se fijaban los rasgos <strong>de</strong>l espíritu popular, el que los artistas <strong>de</strong>bían escrutar para plasmarlo en sus<br />
obras, caos que <strong>de</strong>vendría or<strong>de</strong>n por la mediación <strong>de</strong>l logos y que volvería al pueblo, <strong>de</strong>bidamente<br />
compuesto, por una segunda mediación, la que el letrado cumpliría precisamente entre el logos y<br />
el pueblo. Así, la vuelta al origen obligaba, entonces, a una reflexión crítica sobre la historia patria<br />
y, en sentido contrario, era una imposición <strong>de</strong> la misma historia vivida. Los jóvenes <strong>de</strong>l 37 aceptaban<br />
el programa <strong>de</strong> la revolución pero no sus consecuencias históricas; para ellos, aquél había<br />
sido un plan correcto que había <strong>de</strong>generado, por lo que se imponía el tiempo <strong>de</strong> su regeneración<br />
(Matamoro 38).<br />
8 Permítaseme jugar con las posibilida<strong>de</strong>s semánticas <strong>de</strong> ambos significantes como referencia<br />
emblemática al heimlich / unheimlich freudiano.<br />
9 Dice Saldías al respecto: “Después <strong>de</strong> este viaje aparece, no un distinto <strong>Rivera</strong> <strong>Indarte</strong>, que sí<br />
el mismo propagandista fogoso; con la diferencia <strong>de</strong> que en Buenos Aires exaltaba á Rozas y<br />
alar<strong>de</strong>aba <strong>de</strong> fe<strong>de</strong>ral fanático, y en Montevi<strong>de</strong>o comenzó á exaltar al partido unitario alar<strong>de</strong>ando<br />
<strong>de</strong> tal. Sus panegiristas y correligionarios <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o <strong>de</strong>cían que esto fue una regeneración<br />
en él. Pero el hecho es que profesó un fanatismo idéntico en ten<strong>de</strong>ncias al que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> profesar y<br />
que siguió siendo el incansable propagandista <strong>de</strong> los odios que <strong>de</strong>sgarraron su patria. Si un tercer<br />
partido hubiese disputado el predominio absoluto en la República, á éste habría pertenecido<br />
<strong>Rivera</strong> <strong>Indarte</strong>, y se habría asimilado estos nuevos rencores para <strong>de</strong>sahogarlos contra el partido<br />
unitario á cuyo servicio se consagró” (Saldías 43-44).<br />
10 Los partidarios <strong>de</strong> Don Juan Manuel, citando el Atlas <strong>de</strong> Londres <strong>de</strong>l 1 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1845, en<br />
artículo reproducido por Emile Girardin en La Presse <strong>de</strong> París, afirman que la casa Lafone & Co.,<br />
concesionaria <strong>de</strong> la aduana <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o, habría pagado la macabra nómina a un penique el<br />
cadáver. <strong>Rivera</strong> <strong>Indarte</strong> habría reunido 480 muertes y le atribuyó a Rosas todos los crímenes posibles:<br />
el <strong>de</strong> Quiroga y su comitiva, Heredia, Villafañe, entre otros, mientras <strong>de</strong>nunciaba nombres<br />
repetidos y otros individualizados por las iniciales N. N. Los métodos variaban: fusilamientos, <strong>de</strong>güellos,<br />
envenenamientos. De ser ciertas las imputaciones <strong>de</strong>l rosismo, los 480 cadáveres habrían<br />
reportado dos suculentas libras esterlinas para <strong>Rivera</strong> <strong>Indarte</strong>. Pero la lista no termina allí, ya que<br />
las <strong>Tablas</strong> agregaban 22560 caídos y posibles caídos en todas las batallas y combates habidos en la<br />
Argentina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1829 en a<strong>de</strong>lante (Rosa, Rosas).<br />
11 Resulta necesario recordar que la figura más importante <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito político es y será, al menos<br />
en la historia <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte, la <strong>de</strong>l tiranicidio, es <strong>de</strong>cir, la muerte violenta <strong>de</strong> quien encarna<br />
<strong>de</strong>spóticamente el po<strong>de</strong>r político. Los más representativos doctores <strong>de</strong> la Iglesia, durante la Edad<br />
Media, tales como Santo Tomás y Francisco Suárez, elaboran y preconizan la tesis <strong>de</strong> la licitud<br />
y legitimidad <strong>de</strong> la rebelión contra el tirano, cuando el gobierno se hace intolerable, llegando a<br />
justificar el tiranicidio, consi<strong>de</strong>rado como un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los pueblos oprimidos por el déspota.<br />
Roma no se había quedado atrás en cuanto al tiranicidio, ya que el asesinato <strong>de</strong> Julio César es el<br />
más importante tiranicidio que registra su historia. Sin embargo, la teoría que sobre el tiranicidio<br />
ha gozado <strong>de</strong> mayor difusión y autoridad es la <strong>de</strong>l jesuita español Padre Juan <strong>de</strong> Mariana, quien<br />
afirmara que el tirano es una bestia feroz, que gobierna a sangre y fuego, que <strong>de</strong>sgarra la patria y<br />
que llega a convertirse en un verda<strong>de</strong>ro enemigo público. No hay duda respecto a la legitimidad<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a asesinarlo, <strong>de</strong>recho que pertenece a cualquier ciudadano, sin que <strong>de</strong>ba prece<strong>de</strong>r<br />
a su ejercicio <strong>de</strong>liberación alguna por parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Su doctrina <strong>de</strong>l tiranicidio compren<strong>de</strong><br />
dos hipótesis: cuando el príncipe ocupa el trono sin <strong>de</strong>recho alguno y sin consentimiento <strong>de</strong> los<br />
ciudadanos—y por medio <strong>de</strong> la fuerza y <strong>de</strong> las armas—lícitamente pue<strong>de</strong> llegar a quitársele la<br />
vida y <strong>de</strong>spojarlo <strong>de</strong>l trono, puesto que es enemigo público y oprime al país con todos los males.<br />
La otra posibilidad, se produce cuando el tirano es elevado al trono por consentimiento o por