ORDEN DE LA MERCED ACTAS DEL CAPITUlO GENERAL - OdeMIH

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monio de fraternidad evangélica, comprometidas con las exigencias dei ca·
risma redentor de san Pedro Nolasco y animadas por el ejemplo y presencia
de Maria, a nadie se le ocurrira poner en duda eI paso del Espfritu Santo
por eI Aula Capitular y podremos considerar la consecuci6n de esta ma·
ravillosa meta como un verdadero acontecimiento pascual.
Ahora bien, la celebraci6n de la Pascua es el final de un largo y
doloroso recorrido que s610 después de muchos sufrimientos consigue
superar la misma muerte. Por eso, al Capftulo nos ha colocado -muy acertadamente-
la imagen ideaI del mercedario después de 1argas e, incluso,
agotadoras etapas en las que cada uno de nosotros tendra que· morir a
muchas cosas, debera despojarse de las seguridadeshumanas y caminar
apoyandose s610 en lafuerza de Cristo resucitado.
Si miramos los objetivos hacia los que hemos de orientar nuestros
esfuerzos y conquistar durante los pr6ximos afios, s610 desde un prisma
humano, tendremos la impresi6n de que son un sueno absurdo e irrealizable.
Afortunadamente no es asI. Por el contrario, podemos afirmar que
se trata de una maravillosa aventura que Dios 110S ha colocado delante,
en la que todos nos .hemos de sentir comprometidos y -juntos- hemos
de sacar adelante.
Esta comunidad invita a todos sus hermanos a sonar con la imagen
nueva de mercedario que nos pide la Iglesia en este momento. Lancemos
la mirada hacia el futuro y contemplemos, l1enos de esperanza, las posibilidades
de renovaci6n que tenemos delante. Y luchemos con la ayuda
de MarIa, nuestra Madre, para que este sueno se vaya haciendo poco a
poco realidad.
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Roma, 24 de Septiembre de 1980.
Algunas orientaciones para interpretar el programa
10s trabajos dei pasado Capftulo Generai (mayo, 3 - 26 de 1980)
cristalizaron en una programaci6n de actividades y de vida casi perfecta.
Como material de trabajo se posefa un analisis de la situaci6n de la Orden
a nivei humano, espiritual, comunitario, vocacional y de apostolado. Procurando
superar esta situaci6n 10s Padres Capitulares han pensado en la
imagen o modelo ideaI de mercedario en sintonfa con el carisma fundacional
y con las 'necesidades de la Iglesia yexigencias de nuestra sociedad
actual.
A continuaci6n se han estudiado las dificultades que se oponen a
dicho modelo,es decir, se ha tenido en cuenta la realidad concreta en qlie
nos hallamos; y,como superad6n de dichas dificultades, se han trazado unas
etapas durante las cuales se han de conseguir determinados objetivos.
Tenemos, pues, el programa. Pero esto no es todo. Con ser mucho
lo qùe e1 Capftulo ha hecho, hay que reconocer que en nuestras manos
esta s610 un instrumento de trabajo, que nos ayiIdara -sin duda- en la
tarea de renovaci6n e identificaci6n comoreligiosos y mercedarios. Nos
orientara en el recorrido, pero de ninglin modo podra substituir ni la
acci6n del Espfritu Santo ni tampoco nuestro esfuerzo cotidiano. Ahora
bien, si conseguimos conjuntar esas tres fuerzas: Acd6n del Espfritu Santo,
trabajo personal y una adecuada planificaci6n, el éxito esta mas que
asegurado y quedaremos sorprendidos de las dificultades que hemos superado
y del camino que se ha logrado recorrer.
La primera tarea que nos hemos de imponer 10s religiosos, tanto a
niveI personal como a nivel comunitario, es la de asimilar el espiritu y
contenido de la planificad6n que tenemos delante. S610 conodéndola y
convenciéndonos de su utilidad podremos inidar eI camino de una auténtica
renovad6n de toda la Orden.
Aooque no aparece explldto en la programaci6n es deseo de la
Iglesia (Perfectae caritatis, n. 2 b; Lumen Gentium, n. 45; Evangelica
Testificatio, n. 11) como de 10s Padres Capitulares el que se estudie el
carisma personal de nuestro Santo Padre. Para elIo habra que estudiar la
vida y actividad caritativa de san Pedro Nolasco. Teniendo en cuenta
esta necesidad se enviara, durante la segunda etapa, a todos nuestros religiosos
el material adecuado.
La programaci6nes'ta dividida en cinco etapas intermedias, que van
del pr6ximo afio 19'81 al 1986. La palabra .« etapa intermedia» no la entendemos
como un espacio temporaI tornado en sentido matematico. Se
trata, mas bien, de un periodo de maduraci6n interior que puede no coincidir
exactamente con la fecha' temporai para que ha sido fijada. Lo
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