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INFORME DE TECNOLOGÍA EDUCATIVA 2008 ITE-CECE Una prueba de ello es que casi la mitad de los centros del grupo A que admiten tener un presupuesto específico son incapaces de decir la cantidad aproximada y se decantan por un “no sabe/no contesta”, mientras que la otra mitad dice tener menos de 6.000 euros (tabla 5.15). En los otros grupos sólo una quinta parte de los centros dicen ignorar el presupuesto del que disponen para TIC. Además, en el grupo B el 17% de los centros que admiten disponer de presupuesto TIC dicen disponer de una cantidad que oscila entre los 6.000 y los 12.000 euros, mientras que entre los centros del grupo A sólo admiten disponer de esa cantidad uno de cada veinte, una proporción que puede calificarse de residual, como la proporción de centros que dispone de más de 12.000 euros para gastar en TIC, inferior al 3% en todos los grupos. ¿De cuánto dinero dispone anualmente el centro para TIC? Por tanto, se puede concluir que los centros del grupo A tienen una menor capacidad de gasto y autonomía que las de los otros grupos, y por tanto disponen de una menor capacidad para adaptar la introducción de las nuevas tecnologías al proyecto educativo. En un país en el que no puede decirse precisamente que las decisiones fluyan de abajo a arriba, las administraciones de estas comunidades no parecen dejar muchos resquicios a los centros para adaptarse: dotación, sistema, uso, todo parece ya pensado por la administración de turno. 5.4 Formación La formación es la columna más débil en el edificio de la implantación de las nuevas tecnologías en las aulas. Sin embargo, se da una curiosa relación inversa: a más equipos en los centros, menos formación reciben los docentes en TIC. Como vimos en el apartado de equipos, no hay diferencias significativas entre comunidades con respecto los ordenadores que los docentes tienen disponibles para su uso en el propio centro cuando no están impartiendo clase. Este hecho es ya un hándicap a la hora de aprovechar la inversión en nuevas tecnologías para mejorar el rendimiento de los alumnos. Pero si además de situar elementos nuevos con un poder de distracción enorme en las aulas no se forma convenientemente a los docentes en su uso, es difícil que la aventura acabe bien. Sólo en el 77% de los centros de comunidades del grupo A hay docentes que reciben formación en nuevas tecnologías, mientras que son el 89% en el grupo B y el 95% en el C. Parece 76 Tabla 5.15 Menos de Entre 6.000 Más de 6.000 euros y 12.000 e. 12.000 e. NS/NC Grupo A 48,8 5,0 1,7 44,6 Grupo B 58,5 17,3 2,0 22,2 Grupo C 63,6 13,3 3,0 20,1 Informe de Tecnología Educativa 2008 Nota: Sólo se han incluido los centros que han respondido afirmativamente la pregunta anterior.
ITE-CECE INFORME DE TECNOLOGÍA EDUCATIVA 2008 Tabla 5.17 ¿Los profesores del centro reciben formación en TIC? No Sí NS/NC Grupo A 17,5 77,3 5,2 Grupo B 4,9 89,2 5,9 Grupo C 3,3 95,0 1,7 Informe de Tecnología Educativa 2008 como si las comunidades del grupo C hayan optado por una prudente política de formación antes de aumentar la presencia de ordenadores en los centros. Como ya se ha apuntado antes, lo que ocurre en el grupo A se debe sobre todo a la situación en Andalucía (no ocurre en Extremadura, por ejemplo), donde se están introduciendo ordenadores a mansalva en las aulas sin que se vea aún un esfuerzo en formar a los propios docentes que se produzca, si no antes, sí al menos en paralelo a la compra de equipos. ¿Qué tipo de formación reciben? Tabla 5.18 Formación Formación Formación Otros en uso de en en tipos materiales informática informática de curriculares educativa básica formación No Sí No Sí No Sí No Sí Grupo A 58,1 41,9 55,7 44,3 68,5 31,5 63,9 36,1 Grupo B 33,2 66,8 23,0 77,0 33,3 66,7 84,0 16,0 Grupo C 16,6 83,4 10,5 89,5 20,8 79,2 93,4 6,6 Informe de Tecnología Educativa 2008 Además, en los centros situados en comunidades del grupo A –léase Andalucía en este caso–, la formación tanto en uso de materiales curriculares, como en informática educativa o en la simple informática básica es significativamente menor que en el resto de centros (aproximadamente son la mitad de centros donde hay profesores formándose en las comunidades del grupo A que en el resto de España). Donde se está produciendo el esfuerzo de formación en tales comunidades es en el apartado de “otros tipos de formación” que, como ya vimos, es una formación específica en el sistema implantado por la propia Consejería, basado en Linux. Con independencia de lo completos que sean tales cursos y las posibilidades que permita el nuevo sistema a los docentes, la proporción de centros donde hay profesores que reciben tal formación es escasa, tan sólo un 36%. Parece insuficiente para un sistema tan complejo y tan 77
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