13.07.2013 Views

ALA BLANCA noviembre-diciembre del 2001

ALA BLANCA noviembre-diciembre del 2001

ALA BLANCA noviembre-diciembre del 2001

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ay muchas y variadas razones<br />

Hpor las cuales los niños se sienten<br />

solos. Muchas veces la soledad<br />

lleva a los niños a comportarse<br />

mal o a aislarse. Pueden llegar a<br />

sentirse ignorados por sus padres y<br />

procuran buscar una razón por la cual<br />

llamar la atención. Hacen travesuras, no<br />

con la intención de hacer mal, sino de llamar<br />

la atención y decir: “aquí estoy”.<br />

A pesar de que son niños, tienen<br />

grandes y sinceros sentimientos los<br />

cuales posiblemente nosotros los adultos<br />

pasamos por alto, tal vez sin darnos<br />

cuenta de ello. Cuando un niño es ignorado,<br />

procura aislarse, pues tiene la<br />

impresión de que nadie lo quiere. Como<br />

son pequeños, piensan que los adultos<br />

no toman en consideración sus inquietudes<br />

y necesidades. Nosotros los adultos,<br />

en muchas ocasiones, perdemos de<br />

vista que también fuimos niños y que no<br />

importa la edad que tengamos, siempre<br />

nos sale al paso alguna característica que<br />

demuestra que dentro de cada uno de<br />

nosotros vive un niño. Además, la Biblia<br />

nos dice en Mateo 18:3 que, para ir al<br />

cielo tenemos que ser como niños.<br />

Entonces, vamos a apoyar a nuestros<br />

hijos para que no se sientan solos.<br />

El escritor Bruce Narramore, en su<br />

libro ¿Por qué se portan mal los niños?,<br />

páginas 59-61 nos dice lo siguiente:<br />

“Cada niño necesita saber que es importante.<br />

Y cada uno necesita sentirse adecuado<br />

y competente. Cuando estas<br />

necesidades no son cubiertas de modo<br />

efectivo, ellos se sienten solos, deprimidos,<br />

ansiosos e inseguros”.<br />

Luego pregunta: “¿Cuándo das más<br />

atención a tu hijo? ¿Cuándo lo dejas todo<br />

y acudes a su lado y te preocupas sólo de<br />

él? o ¿Cuándo se comporta bien, coopera<br />

o se ocupa de modo constructivo? ¿O<br />

bien es cuando interrumpe tus actividades,<br />

es travieso o está llorando?”<br />

Muchos tenemos que admitir que<br />

damos máxima atención al niño cuando<br />

se comporta mal. En tanto que está quieto,<br />

mirando televisión o jugando con un<br />

amigo, seguimos nuestra tarea. Pero,<br />

cuando da guerra, acudimos prestos;<br />

dejamos lo que estamos haciendo y corremos<br />

para resolver el problema. Con<br />

ello hemos premiado su mal comportamiento,<br />

pues tiene lo que más quería.<br />

¡Atención!<br />

Me gustaría preguntarle a todos los<br />

padres que leen esta columna, ¿se han<br />

sentado ustedes con los niños a leer y a<br />

discutir la columna? ¿O será que cuando<br />

ellos se acercan les dicen: “No me<br />

molestes ahora que estoy leyendo el<br />

Mensajero Ala Blanca?” El propósito de<br />

esta columna es que estos artículos sean<br />

leídos no sólo por los padres, sino también<br />

por los niños y discutidos en<br />

reuniones de familia. Esto ayudará a que<br />

todos puedan disfrutar de su contenido y<br />

sacar beneficio de una buena enseñanza.<br />

Debemos entender que el comportamiento<br />

de los niños, luego <strong>del</strong> adolescente<br />

y más tarde <strong>del</strong> joven-adulto va a<br />

depender <strong>del</strong> ejemplo y aprendizaje que<br />

éste adquiera en el diario compartir con<br />

sus padres. Desafortunadamente, como<br />

dice Bruce Narramore: “Le damos más<br />

importancia al castigo y al mal compor-<br />

¿Y POR QUÉ?<br />

Por: Carmen R. Ramos<br />

tamiento que a la prevención”. ¿Cuál es<br />

esa prevención? La comunicación, amor,<br />

obediencia al Señor, confianza, dedicación,<br />

credibilidad, respeto, etc.<br />

No hay duda de que en la galopante<br />

cultura sexual en la que se mueve nuestra<br />

sociedad actual, muchos niños están creciendo<br />

fuera de una verdadera familia<br />

compuesta por el papá, la mamá y los<br />

hijos. En este sentido, quiero motivar a los<br />

ministros y directores de la iglesia de niños<br />

que funciona en muchas de nuestras congregaciones<br />

como un anexo <strong>del</strong> programa<br />

general de la iglesia. El ministro o el director<br />

de niños, junto con los maestros de<br />

Escuela Dominical deben estar alertas a<br />

detectar todo síntoma de mutismo o<br />

soledad que vean en cualquier niño que<br />

esté en su programa. Estos síntomas deben<br />

ser estudiados e investigados con compasión.<br />

Si así lo hacemos podemos hacer<br />

una buena obra para el Señor, en beneficio<br />

de éstos, eliminando con el amor de Cristo<br />

los escombros de la soledad. De esa forma<br />

podremos guiarlos sobre el fundamento<br />

de Su amor a pedirle al Señor: “Oye, oh<br />

Jehová, mi voz con que á ti clamo; y ten<br />

misericordia de mí, respóndeme”, (Salmo<br />

27:7). De seguro que nuestro amoroso<br />

Padre celestial, responderá de algún lugar<br />

enviando el oportuno consuelo y socorro,<br />

y cumplirá la promesa que hace en el verso<br />

10 <strong>del</strong> mismo Salmo 27.<br />

Y por qué?/Mensajero Ala Blanca<br />

White Wing Publishing House<br />

P.O. Box 3000<br />

Cleveland, TN 37320-3000 EUA<br />

Atención: Carmen R. Ramos<br />

y_por_que@hotmail.com<br />

mensajeroalablanca@wwph.com–7

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!