¡Texto completo! - Instituto Francés de Estudios Andinos
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112 Oscar BERNILLA CARLOS, Gerald TAYLOR<br />
difícilmente podrían ser reinterpretados como *paka, *tiya y *kiña. En una posición<br />
intervocálica, las oclusivas sonoras <strong>de</strong> los hispanismos (al menos en el habla <strong>de</strong> los<br />
bilingües) se fricativizan: sebada [sIßa∂a] “cebada”; pagaramay [paγaramay] ><br />
pagramay [paγramay] “págame”. No existe ninguna confusión posible con las variantes<br />
sonoras <strong>de</strong> las oclusivas quechuas, puesto que éstas nunca aparecen en posición inicial<br />
absoluta ni en posición intervocálica y tampoco se fricativizan (4) . Así, es perfectamente<br />
legítimo seguir manteniendo una distinción en la grafía <strong>de</strong> nwebi [nwêßI] “nueve” y<br />
kaypi [kaybi] “aquí”. En el caso <strong>de</strong> las oclusivas sonoras, que aparecen en los mismos<br />
contextos en los lexemas quechuas y los hispanismos, nos parece conveniente respetar<br />
la etimología. Así, mantilla [mandIzha] “pañal”/ quntay [qOnday] “humo”, pero<br />
mandakuq “mandante”, ya que en los dos primeros casos siempre hay la posibilidad<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>sonorizar, lo que en el tercero parece imposible. El problema <strong>de</strong> las cinco vocales<br />
es aún más complejo: si el empleo <strong>de</strong> un sistema trivocálico para las palabras<br />
etimológicamente quechuas parece generalmente aceptado, no es así para los hispanismos.<br />
Los quechuahablantes locales (<strong>de</strong> diversas áreas <strong>de</strong> Inkawasi y uno <strong>de</strong> Cañaris)<br />
constataron que había diferentes grados <strong>de</strong> abertura <strong>de</strong> [i → e] y [u → o] según el contexto:<br />
por ejemplo, la vocal acentuada <strong>de</strong> koju [kôxU] “cojo” es más abierta que la <strong>de</strong> qullar<br />
[qOzhar] “estrella”, a su vez más abierta que la <strong>de</strong> kuti [kUtI] “vez” (aún más abierta en<br />
Ayamachay que en Inkawasi). Hemos optado, aun sin la convicción <strong>de</strong> su pertinencia<br />
absoluta, por la transcripción etimológica <strong>de</strong> la vocal acentuada <strong>de</strong> los lexemas<br />
castellanos: así escribimos werta [wêrda] < huerta. Estamos plenamente conscientes <strong>de</strong><br />
las dificulta<strong>de</strong>s creadas por esta opción. Según el contexto, el acento tónico se modifica<br />
y las vocales varían en su abertura. A<strong>de</strong>más, algunos hispanismos están más integrados<br />
que otros. Las vacilaciones en las transcripciones tradicionales confirman estas<br />
observaciones (5) . Por eso, creemos que es necesario realizar una investigación<br />
profundizada sobre el grado <strong>de</strong> asimilación <strong>de</strong> los hispanismos en un contexto monolingüe<br />
(6) y, tal vez, restringir el uso <strong>de</strong> e y u a la distinción <strong>de</strong> los cuasi-homófonos como uchu<br />
“ají” y ochu “ocho”. En los textos normalizados, evitamos los hispanismos que tienen<br />
equivalentes semánticos quechuas (7). Sin embargo, muchos hispanismos que han<br />
(4) Estas observaciones contradicen el comentario hecho en nuestro artículo (Taylor, 1982).<br />
En este artículo, escribimos que las oclusivas sonoras <strong>de</strong> los hispanismos se asimilan a las variantes<br />
sonoras <strong>de</strong> las oclusivas sordas quechuas. Eso es únicamente el caso <strong>de</strong> la sonorización que se produce<br />
en contextos idénticos, como, por ejemplo, sinku [sIngU] “cinco”.<br />
(5) En este texto, por ejemplo, seguimos utilizando las grafías: regala-, sebada, bensidu, que<br />
no observan las reglas que hemos establecido. Es que las grafías rigala-, sibada, y binsidu nos parecen<br />
grotescas. Por eso, es necesario que se establezca un acuerdo entre los “normalizadores” <strong>de</strong>l quechua<br />
local en lo tocante a la escritura <strong>de</strong> los hispanismos.<br />
(6) Es necesario estudiar la pronunciación por los monolingües <strong>de</strong> palabras como seysi “seis”.<br />
Tal vez la distinción fonética (¿fonológica?) entre [I] y [ê] o [U] y [ô] no sea suficientemente importante<br />
para justificar una grafía especial para los hispanismos y que, en el habla rápida y en la <strong>de</strong> los<br />
monolingües, tien<strong>de</strong> a <strong>de</strong>saparecer. Sin embargo, habrá siempre términos indispensables que resistan<br />
a la asimilación completa y don<strong>de</strong> las grafías e y o quedarán probablemente como un recuerdo <strong>de</strong> su<br />
origen exótico.<br />
(7) No nos parece necesario eliminar los hispanismos, reconocidos como tales, pero ya<br />
completamente integrados al discurso cotidiano. Así, upya-, qu-, tuk(u)chi- y ma©asha no correspon<strong>de</strong>n<br />
necesariamente al mismo campo sociosemántico que toma-, regala-, akaba- y bensidu, que reflejan