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YA¢APA
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reemplazado por completo a sus equivalentes quechuas o que han modificado su sentido
al integrarse al quechua, ya han introducido los fonemas castellanos siguientes en el
dialecto ferreñafano: b (8), d, g, f (9), rr; j [x] caracteriza no sólo los hispanismos sino
también los términos quechuas derivados de raíces modificadas por metátesis (-yjun <
*/NIyuq/).
El deseo de volver a quechuizar el léxico es legítimo. Es necesario, sin embargo,
averiguar la autenticidad en el contexto regional del término quechua propuesto. En el
caso de lexemas poco difundidos como llaqta o ©akra, atestiguados en el habla de
algunas personas de edad en comunidades aisladas, su empleo en textos literarios para
reemplazar pweblu o el hispanizado chakra (considerado una palabra castellana en
Ayamachay donde la parcela cultivada se designa habitualmente por werta [wêrda]),
sería conveniente aunque algo problemático en libros de alfabetización por ser
desconocidos por la mayoría de los jóvenes. Términos de empleo local limitado pueden
ser conservados en textos normalizados puesto que sugieren la procedencia cultural y
geográfica del texto y enriquecen el conocimiento regional y general del lector
familiarizándolo con variantes de otras comunidades. Lo mismo vale para las variantes
en la pronunciación que caracterizan diversos caseríos como nawpa/naypa “anterior”;
nawpa, por ser más fiel a la etimología (< */ñawpa/), sería más apropiado como forma
normalizada. Sin embargo, aquí también la variación nawpa/naypa [nawba/nayba]
señalaría la procedencia del texto y la utilización de cualquiera de las dos formas no
impediría su comprensión por las personas que manejan la otra.
Utilizamos el alfabeto siguiente para la transcripción del texto original:
a b° ch © d° e* f* g° i j k l m n ñ o* p q 'q r rr* s sh Ò t u w y
zh.
Las letras señaladas por * aparecen sólo en los hispanismos; las señaladas por °
aparecen en los hispanismos y en las sonorizaciones facultativas de formas quechuas.
La grafía Ò (sibilante palatal retrofleja) expresa una apreciación emotiva (formas
despectivas, exclamaciones, onomatopeyas); no aparece en el cuento “Ya©apa”.
Hay una distinción fonológica entre q y 'q en posición intervocálica: saqa [saΓa]
(10) “áspero” / sa'qa [saqa] ‘nombre de una planta’. La grafía 'q indica que /q/ mantiene
su pronunciación de inicial absoluta en posición intervocálica.
Se emplea el apóstrofo en otros contextos para indicar que la supresión de una
vocal (en formas que, a veces, ya se han lexicalizado) no afecta la pronunciación de la
la evolución mestizada de la comunidad (sobre todo en el caso de toma-, que evoca un contexto social
específico).
(8) No hay ningún motivo para mantener la doble grafía b/v en quechua.
(9) Transformada frecuentemente en p [p,b] o j [x] en ferreñafano.
(10) Transcribimos las variantes fonéticas de /q/ respectivamente por [Γ] (gamma mayúscula),
fricativa uvular sonora; [χ], fricativa uvular sorda, y [G], oclusiva uvular sonora (después de una nasal);
[γ], [x] y [g] representan respectivamente las velares fricativa sonora, fricativa sorda y oclusiva sonora
que aparecen en los hispanismos y que corresponden a las formas ortográficas g (posición no inicial),
j y g (inicial o en determinados contextos idénticos a los donde aparece en castellano). [g] también es
variante de /k/ después de /n/ y /y/.