Periodistas
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Los señores del fuego<br />
Pedro Armestre, Fotoperiodista y socio fundador de Calamar2<br />
Pedro Armestre<br />
Empecé a interesarme por las historias<br />
que surgen en torno a los incendios<br />
forestales en el año 2003. Desde entonces<br />
no he parado de leer y pisar sobre<br />
sus cenizas. Lo que en un inicio fue<br />
simple interés, se ha convertido en una<br />
especialización. Comienzo a leer sobre el<br />
comportamiento del fuego, las estrategias<br />
que se planifican para su extinción<br />
y sobre la prevención. Me voy metiendo<br />
en un mundo cada vez más interesante.<br />
Dos accidentes en el monte me<br />
abrieron los ojos sobre la necesidad<br />
de aprender cuanto más mejor para<br />
sentirme seguro. Sobre la importancia<br />
de equiparme con un EPI (Equipo de<br />
Protección Individual) para adentrarme<br />
en la primera línea de fuego. Sobre la<br />
importancia de realizar una preparación<br />
física que me permita tener una<br />
condiciones adecuadas para las largas<br />
jornadas de trabajo junto a los hombres<br />
y mujeres que se dedican a la extinción.<br />
He trabajado en un porcentaje muy<br />
alto de los grandes incendios forestales<br />
de la ultima década en España y Portugal<br />
y cuanto más lo trabajo, más me<br />
interesa. Las condiciones extremas y las<br />
dificultades de acceso nos han dado una<br />
visión poco real de lo que ocurre en las<br />
zonas perimetradas. Se barajan cifras de<br />
efectivos, superficies quemadas medidas<br />
en campos de fútbol para que sepamos<br />
el alcance de las hectáreas, testimonios<br />
de nerviosos vecinos… pero pocas veces<br />
vemos a los “señores del fuego”, a esos<br />
que se enfrentan al animal de las llamas.<br />
Ahí es donde siempre quiero llegar.<br />
Las mayores dificultades que he<br />
encontrado no han sido topográficas ni<br />
climáticas, más bien administrativas.<br />
Saltarte un perímetro de seguridad para<br />
entrar en un incendio es ilegal. Estás pasando<br />
por encima de las órdenes de un<br />
director de extinción y poniendo dudas<br />
sobre la mente enferma de los políticos<br />
que usan la catástrofe para intentar<br />
debilitar a la oposición. Entonces eres<br />
muy mal visto y aunque los “señores del<br />
fuego” quieren que estés junto a ellos,<br />
no pueden ayudarte para no infringir<br />
las órdenes y reglas que yo ya he saltado.<br />
Cada vez que solicito un permiso,<br />
indicando que estoy dispuesto a realizar<br />
sus mismas pruebas físicas y solo si las<br />
supero ser integrado en un operativo,<br />
sé cuál será la respuesta. Siempre es no.<br />
Entonces piensan que me conformaré<br />
con trabajar desde donde solo se ven las<br />
columnas de humo. En ese momento<br />
es cuando les digo que están poniendo<br />
mi vida en peligro, que pondré todos los<br />
esfuerzos y conocimientos en aproximarme<br />
donde ellos no quieren. Porque<br />
nuestra función, en todas las especializaciones<br />
del periodismo, no es hacer<br />
y decir lo que los políticos desean que<br />
hagamos, sino lo que no quieren que<br />
mostremos. Ahí es donde puede estar<br />
la trampa que ansían no sea desvelada y<br />
ahí es donde quiero estar, llegar y contar,<br />
aunque no exista tal trampa.<br />
La Unidad Militar de Emergencia me<br />
permitió las primeras oportunidades<br />
para trabajar en equipo. Luego lo he<br />
intentado con muchos otros cuerpos y<br />
administraciones y siempre he recibido<br />
el no. De manera oficial, en la campaña<br />
2012 el dispositivo de prevención y<br />
extinción de incendios forestales en Andalucía<br />
confió en mi trabajo. Confirmaron<br />
que con la preparación adecuada yo<br />
no suponía un riesgo para la seguridad<br />
del grupo y trabajamos juntos, cada<br />
uno a lo suyo. No hay nada que ocultar,<br />
más bien la necesidad de poner rostro a<br />
quien extingue llamas, que aunque también<br />
se extinguen desde los despachos,<br />
el eslabón final, los “señores del fuego”,<br />
son los que nos dan las imágenes que<br />
pueden hacernos pensar, digerir y cambiar<br />
esas prácticas poco adecuadas.<br />
El fotoperiodista<br />
Pedro Armestre,<br />
en el incendio de<br />
Coín (Málaga), el<br />
verano pasado.<br />
<strong>Periodistas</strong><br />
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