Periodistas

OFICIO / MELCHOR SAIZ-PARDO
“Los ingresos son
imprescindibles,
pero la calidad es
la prueba de un
buen periodismo”
s
¿Cuáles han sido los momentos más intensos
en tu vida como periodista?
¡La transición, sin duda, la transición!
Fueron años muy densos. Los periodistas
sabíamos que en nuestras manos estaba
convencer a la sociedad de que la democracia
era lo mejor que le podía pasar a este
país. Como director del periódico fui sometido
a un Consejo de Guerra, a mi casa
llegaban citaciones cada semana para que
me presentara en el Gobierno Militar, viví
no sé cuántos autos judiciales militares.
Por cierto, años después, me concedieron
la Cruz al Mérito Militar. Todo por publicaciones
que no gustaban a la censura:
artículos de opinión, editoriales, titulares,
portadas, fotos. El periódico que dirigía,
Ideal, de Editorial Católica, quedaba al
margen de las cabeceras controladas por
el régimen. Lo nuestro era la avanzadilla,
el nuevo periodismo. Con el diario Ya a
la cabeza, Editorial Católica contaba con
una serie de cabeceras regionales y locales
que llegaban a millones de lectores. En
cierto sentido, la opinión pública estaba
en nuestras manos. Y así fue como, poco
a poco, fuimos creando conciencia social y
buscando una alternativa al régimen agonizante.
Libertad, democracia, derechos,
igualdad, eran palabras que comenzaron
a aparecer en los titulares de las noticias
de portada, en los editoriales y las páginas
de opinión. Fue un trabajo minucioso,
preciso y precioso.
¿Cómo ves el periodismo multimedia?
¿Multiqué? ¿Multimierda? Con perdón.
Hoy, más que nunca, el periodismo necesita
una especialización. El buen periodismo
es consecuencia de la buena formación
de sus profesionales. Cuando estudiaba
Periodismo en la vieja Escuela de Perio-
dismo de la Iglesia, no había especializaciones.
Uno se especializaba a sí mismo
cuando se ponía a trabajar en un medio.
Yo, gracias a mi padre, antes de comenzar
Periodismo había estudiado Historia en la
Universidad de Granada. Te aseguro que
en todos mis años como periodista esa otra
titulación me ha ayudado mucho. Cuando
el periodismo llegó a la Universidad, no
estaba especializado. Ahora me hablas de
periodismo multimedia. ¿Será el próximo
nombre que pongan en las facultades
universitarias?
Hoy que reclamamos sanidad pública,
educación pública, televisión pública,
radio pública… ¿No deberíamos hablar
de prensa pública?
Ya lo tuvimos: la Prensa del Movimiento,
las Hojas del Lunes… Eran la mejor
forma de control por parte del poder. En
la democracia que vivimos hoy, no es lo
mismo reclamar calidad, independencia
y profesionalidad a un ente público como
RTVE o las autonómicas sufragadas por
los ciudadanos, que hablar de uno o varios
periódicos estatales o autonómicos, con
o sin publicidad, pero mantenidos económicamente
por gobiernos y dirigidos
por cargos nombrados a dedo. Ya hemos
pasado por eso y lo superamos.
Hablando de dedos, ¿qué te parece que
la última palabra en un medio de comunicación
la tenga un político o que el
máximo responsable sea un economista
y no un periodista?
¿Qué me parece? Pues me parece muy
mal. ¿Qué quieres que te diga? No quiero
culpar a los intrusos de la crisis que viven
los medios, pero siempre he pensado que
así como en una empresa periodística los
economistas y administradores tienen que
jugar un papel destacado, la última palabra
es la del director, un periodista que defiende
calidad, profesionalidad, rigor y ética
frente a las cifras, los índices de audiencia
y los porcentajes económicos. Los ingresos
son imprescindibles, pero la calidad es la
prueba de un buen periodismo. n
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