Periodistas
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noticias fape<br />
Los periodistas<br />
contra la ‘ley mordaza’<br />
Rotundo rechazo de la profesión a la reforma de la LEC<br />
Nemesio Rodríguez<br />
Vicepresidente de la FAPE<br />
El proyecto del ministro de Justicia, Alberto<br />
Ruiz Gallardón, de reformar la Ley de Enjuiciamiento<br />
Criminal (LEC) ha encontrado el rotundo<br />
rechazo de la FAPE en aquellos aspectos que<br />
afectan directamente al trabajo periodístico.<br />
Por encargo de la Asamblea que la FAPE celebró<br />
en Granada en abril pasado, la Asociación<br />
de la Prensa de Madrid (APM) envió en julio al<br />
ministro las objeciones al informe de los expertos,<br />
que servirá a Gallardón para presentar en<br />
las próximas semanas el texto del proyecto de<br />
ley de reforma de la LEC.<br />
En ese dictamen, los periodistas sostenemos<br />
que el texto de los expertos contiene artículos<br />
que suponen una clara vulneración de los derechos<br />
de información y de libertad de expresión.<br />
Si estos artículos estuvieran en vigor actualmente,<br />
las investigaciones sobre los escándalos<br />
de corrupción se verían limitadas e incluso anuladas,<br />
ya que abren la puerta a la censura previa<br />
que creíamos desterrada en nuestro país.<br />
Esta censura previa se manifiesta claramente<br />
en el artículo 132 que, por primera vez,<br />
autoriza a los jueces o tribunales a vetar a los<br />
medios noticias sobre investigaciones judiciales,<br />
cuando la información pudiera “comprometer<br />
gravemente el derecho a un proceso justo o los<br />
derechos fundamentales de los afectados”.<br />
Esta novedad supone un cambio radical en<br />
la publicidad de las actuaciones procesales, al<br />
extender el secreto o el deber de reserva sobre<br />
la investigación de los delitos a los medios de<br />
comunicación. El incumplimiento de la orden<br />
judicial puede tener consecuencias penales, subraya<br />
el documento de los expertos.<br />
En definitiva, se pretende abiertamente “matar<br />
al mensajero” asestando un duro golpe al<br />
periodismo de investigación, cuyo papel se ha<br />
revitalizado en los últimos años con las informaciones<br />
sobre escándalos de corrupción.<br />
En estas mismas páginas, el jurista Rafael de<br />
Mendizábal deja claro que en el quebrantamiento<br />
del secreto, tan frecuente por filtraciones,<br />
habrán de sufrir el rigor de duras sanciones los<br />
funcionarios desleales, nunca los periodistas que<br />
cumplen su misión de informar como derecho<br />
fundamental propio al<br />
servicio del simétrico<br />
derecho del ciudadano<br />
a ser informado,<br />
sin que en ningún<br />
momento pueda ser<br />
prohibida la difusión<br />
de la noticia. Mendizábal,<br />
exmiembro del<br />
Tribunal Constitucional e<br />
integrante de la Comisión de<br />
Arbitraje, Quejas y Deontología<br />
de la FAPE, advierte que la Constitución “rechaza<br />
taxativamente la censura previa”.<br />
Los periodistas consideramos improcedente<br />
que se traten de justificar tales limitaciones con<br />
el argumento de que servirán para evitar los<br />
llamados juicios paralelos; es decir, aquellos en<br />
los que una resolución judicial pueda verse condicionada<br />
como consecuencia de un prejuicio<br />
formado por la opinión pública durante la fase<br />
de instrucción o en la celebración del juicio.<br />
En ningún caso la información puede comprometer<br />
el derecho a un proceso justo, ya que<br />
este lo será siempre que los tribunales permitan<br />
el libre ejercicio del derecho de defensa,<br />
la confidencialidad de las conversaciones y/o<br />
correspondencia entre letrados y encausados,<br />
la práctica de las pruebas que puedan proponer<br />
las partes y la ausencia de “prejuzgamiento” por<br />
parte de los miembros de los tribunales.<br />
Siempre que se ciñan a los principios de difusión<br />
de informaciones veraces y contrastadas,<br />
los periodistas y los medios de comunicación<br />
desempeñan un papel esencial para asegurar<br />
que un juicio se desarrollará con las correspondientes<br />
garantías para las partes implicadas.<br />
Igualmente juzgamos muy negativo que se<br />
faculte al fiscal como instructor para prohibir<br />
informar a los ciudadanos que intervengan en<br />
un proceso y que se le atribuya ese papel (de<br />
informar) en exclusiva. Esta propuesta limita el<br />
acceso a las fuentes y la posibilidad de contrastar<br />
la versión oficial.<br />
El artículo 131 del informe de los expertos<br />
establece límites, que rechazamos, a la publicidad<br />
de las actuaciones judiciales,<br />
que queda al arbitrio<br />
del Tribunal.<br />
El que el conocimiento<br />
del proceso llegue a todos<br />
los ciudadanos solo puede<br />
conseguirse a través de la<br />
retransmisión al público de<br />
la imagen y del sonido del juicio<br />
oral. En la vista oral, una vez<br />
concluida la fase de instrucción, los<br />
medios tienen derecho a estar presentes,<br />
tal y como dicta la Constitución y subraya la<br />
jurisprudencia. Las audiencias públicas judiciales<br />
son una fuente de información, según dictaminó<br />
el Tribunal Constitucional (57/04).<br />
Por el contrario, se dice en el proyecto de<br />
ley que podrán celebrarse a puerta cerrada las<br />
actuaciones judiciales cuando la publicidad pudiera<br />
perjudicar a los intereses de la justicia.<br />
En ese punto, nos preguntamos cuáles son<br />
los “intereses de la justicia” en esa sociedad<br />
democrática a la que se refiere la norma que<br />
comentamos. Una apreciación tan vaga puede<br />
convertirse en una decisión infundada y arbitraria<br />
del juez cuando así lo estime oportuno.<br />
Y afirmamos que teóricamente la justicia<br />
emana del pueblo y se establece para su defensa,<br />
por lo que el pueblo, se supone, tendrá<br />
derecho a conocer no solo el resultado de su<br />
aplicación, sino también su tramitación.<br />
La FAPE ha solicitado al ministro que no<br />
recoja en el proyecto de ley los artículos del<br />
informe que limitan el ejercicio periodístico y<br />
vulneran los derechos en que se sustenta.<br />
Su voz no es la única crítica. También los<br />
colegios y los sindicatos de periodistas han manifestado<br />
su rotunda oposición a la reforma tal<br />
y como está planteada en el informe.<br />
“Matar al mensajero” no es la solución a los<br />
problemas del sistema judicial. Si ese mensajero<br />
difunde información veraz, de interés público y<br />
debidamente contrastada, está cumpliendo su<br />
misión de ayudar al ciudadano a conformar su<br />
propia opinión. Y, al mismo tiempo, es la garantía<br />
de que el imputado tendrá un proceso justo.<br />
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