Cese el fuego

En cuanto al nuevo modo de operar el Pleno concluyó en que la mayoría de los Frentes no han
entendido suficientemente el planteamiento y que esto se debía a que un nuevo modo de operar
tiene necesariamente que comenzar por un cambio de concepción que debe darse en primera
instancia en nuestro cerebro y luego en la práctica, de la siguiente manera: antes operábamos con la
táctica de emboscadas y golpes de mano mientras el Ejército introduce para la guerra
contraguerrillas una nueva concepción operativa que está experimentando hace catorce años, y que
consiste en esquivar la táctica de emboscada de la guerrilla, realizar intensos operativos de
inteligencia de combate y sobre esta base lanzar el operativo militar propiamente dicho. A este
nuevo modo de operar dijo, el Pleno, la Séptima Conferencia respondió con un cambio también en
el modo de operar de las FARC, buscando un operar que inutilice el modo de operar del Ejército.
Este nuevo modo de operar de las FARC radica en que ya no esperamos al enemigo en emboscadas
como antes, sino que, como él, vamos a campo traviesa, en áreas que conocemos como nuestras
propias manos, ubicándolo para determinar sus emplazamientos o campamentos, y antes de que
logre ejecutar obras ingenieras o atrincheramientos, asediarlo, asaltarlo y coparlo, tal como
aconteció con "Cisne 3" contra "Águila 2" en Guayabero en 1980.
Lo anterior no quiere decir que abandonemos del todo la táctica de emboscadas que debemos
realizar cuantas veces el enemigo olvide su propia doctrina en cuanto a su nuevo modo de operar,
aunque esa vieja táctica ya no es lo general sino lo particular. Lo general es el asedio, el asalto y el
copamiento.
Hubo compañeros en el Pleno Ampliado que formularon interrogantes como éste: "Y cuando el
Ejército no opera en pequeñas unidades, esto es, en contraguerrillas de 20, 30 ó 40 hombres, sino en
columnas de 100, 200 ó más unidades, ¿cómo lo asediamos, asaltamos y copamos?". Y el Pleno les
respondió: "Cuando en nuestro cerebro hay una nueva concepción del modo de operar, la práctica
nos irá mostrando todos los días, a través de cada combate algo nuevo, y nosotros vamos adaptando
nuestra nueva concepción a cada nueva condición. En este caso ¿no podría pensarse en desplegar,
sobre una columna enemiga de 200 ó más hombres, una vigorosa y bien coordinada ofensiva de
Comandos Móviles para golpear en la vanguardia, en el centro y retaguardia, para golpear donde
quiera hagan presencia unidades en repliegue de una tal columna desmoralizada por la ofensiva de
Comandos Móviles? ¿Y una columna enemiga fraccionada, no presentaría lados débiles para
nuestro asedio, asalto y copamiento? Es entonces un problema de concepción operativa. Y el Pleno
dijo: "Vamos a la práctica".
La otra cuestión que despertó enorme interés en los plenarios fue el nuevo análisis de los asomos de
una situación revolucionaria en Colombia. Esto, como antes se dijo, ya lo había analizado la
Séptima Conferencia , concluyendo en su existencia objetiva. Sin embargo el Pleno precisó en qué
consisten esos asomos. Esos ingredientes, ese algo distinto y nuevo en la situación nacional y
concretó así su pensamiento colectivo:
— La lucha de la clase obrera y en general la lucha del pueblo colombiano en los últimos tiempos
muestran una nueva calidad. Ya todo enfrentamiento por simple que parezca termina casi siempre
en lucha política.
— Las masas populares se alzan a los paros cívicos por cuestiones por las que siempre han luchado,
pero ahora de manera diferente. Es una forma de lucha que tiende a lo insurreccional, es decir, a la
acción independiente de las masas que van rompiendo las viejas cadenas que hasta ahora las han
atado a la ideología de la burguesía.
— Hay una persistencia antes no conocida en la lucha de la Clase Obrera y en general del
movimiento sindical. Huelgas que reciben la solidaridad de parte, o todo el movimiento, y terminan