Cese el fuego
de Jacobo Arenas, fundador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del Pueblo. Una visión no oficial dela historia moderna de Colombia y de las FARC
de Jacobo Arenas, fundador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del Pueblo.
Una visión no oficial dela historia moderna de Colombia y de las FARC
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pseudo-democracias al mando d<strong>el</strong> poder financiero americano.<br />
En este país hay Estado de Sitio y medidas de excepción desde 1946. La violencia terrorista oficial<br />
ha producido en <strong>el</strong> curso de los últimos 34 años más de medio millón de muertos y ha llevado la<br />
ruina completa a más de dos millones de campesinos. Las Fuerzas Armadas de la República han<br />
bombardeado, ametrallado y sembrado la muerte, la miseria y la desolación en vastas comarcas de<br />
la Patria.<br />
Frente a este drama sin nombre nuestro pueblo se manifiesta y lucha, y la oligarquía le responde con<br />
guerra.<br />
Es en tal país donde han surgido hace 16 años l$s FARC, un movimiento guerrillero imbatible que<br />
en <strong>el</strong> curso de la "gigantesca operación exterminio", de mayores proporciones y resultados que la<br />
"operación Anorí", se convirtieron en 17 Frentes guerrilleros. Y es contra <strong>el</strong> Secretariado d<strong>el</strong> Estado<br />
Mayor Central de tal movimiento, que <strong>el</strong> alto mando planeó y ejecutó su operación militar.<br />
El operativo en realidad comenzó con <strong>el</strong> año de 1980. Primero, como una nueva versión de la ya<br />
conocida "acción cívico militar" en la que los mandos colectan int<strong>el</strong>igencia de diversas fuentes,<br />
procesan, evalúan y compartimentan. Se le denomina "int<strong>el</strong>igencia de combate". El enemigo nos<br />
infiltró con agentes muy bien camuflados. Lo supimos y lo permitimos con <strong>el</strong> fin de desinformar si<br />
<strong>el</strong>lo era posible y en cierta medida y hasta cierto punto lo logramos, lo que nos permitió laborar<br />
durante 22 meses a todo vapor, mas no con la idea de enfrentar combate prolongado en guerra de<br />
posiciones en las condiciones impuestas porque ése no es nuestro modo de operar, sino,<br />
completamente al contrario.<br />
En <strong>el</strong> alto mando hay oficiales patriotas, lo que dice que no todo es negro allí. Y fue de allí de donde<br />
provino la información clara y concluyente de que sobre nosotros se desplegaba todo un plan de<br />
int<strong>el</strong>igencia de combate, luego d<strong>el</strong> cual, vendría inevitablemente un operativo militar. En mayo<br />
comenzó <strong>el</strong> operativo, muy lejos de nosotros como para que no pudiéramos enterarnos pronto.<br />
Comenzó por <strong>el</strong> pueblito de La Macarena , ubicado en la punta oriental de la Cordillera La<br />
Macarena. Las tropas comenzaron a subir por <strong>el</strong> río Guayabero, <strong>el</strong> mismo que más abajo toma <strong>el</strong><br />
nombre de Guaviare, hacia nuestro acantonamiento provisional y más lejos aún, en dirección a los<br />
Llanos d<strong>el</strong> Yarí por <strong>el</strong> río Lozada arriba. En esos mismos momentos partiendo de La Uribe , donde<br />
desde las <strong>el</strong>ecciones de marzo se instaló un centro de entrenamiento militar contraguerrillero, tomó<br />
fuerza <strong>el</strong> patrullaje en una amplia zona de 80 X 80 kilómetros . Las patrullas están compuestas por<br />
20 y en ocasiones por 25 ó 30 unidades. Cada patrulla lleva su radio de comunicaciones y está en<br />
conexión permanente con otras patrullas en movimiento y con la base de La Uribe. En los primeros<br />
momentos las patrullas no causan mal a los campesinos y colonos. Buscan amistad con los<br />
pobladores y les solicitan información sobre la ubicación nuestra. Los mandos de La Uribe citan a<br />
varias personas, colonos y campesinos, para comprometerlos como informadores d<strong>el</strong> Ejército,<br />
ofreciéndoles hasta diez mil pesos mensuales de su<strong>el</strong>do, drogas y provisión. Algunos aceptan. La<br />
inmensa mayoría rechaza la oferta y queda en la lista negra como colaboradores de la guerrilla.<br />
Tampoco <strong>el</strong> enemigo necesita información de los colonos porque para eso tiene tres agentes de<br />
información que vienen cada vez que quieren hasta donde nosotros. Los guerrilleros hicieron en<br />
varias oportunidades ante los agentes ciertas demostraciones de desinformación y pudimos verificar<br />
la precisión de los datos obtenidos por <strong>el</strong>los y comunicados a los mandos. Se dijo que frentes una<br />
posible .operación militar p<strong>el</strong>earíamos hasta <strong>el</strong> último tiro en nuestras posiciones y sobre tal base los<br />
altos mandos planearon <strong>el</strong> operativo.<br />
En esos días <strong>el</strong> coron<strong>el</strong> honorario y Presidente, señor Turbay, peroraba con su voz insufrible sobre<br />
su proyecto de amnistía para los alzados en armas. No había de inmediato forma óptima de expresar<br />
nuestro pensamiento al respecto y recurrimos al envío de una carta abierta al Parlamento en que