12.05.2014 Views

Cese el fuego

de Jacobo Arenas, fundador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del Pueblo. Una visión no oficial dela historia moderna de Colombia y de las FARC

de Jacobo Arenas, fundador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del Pueblo.
Una visión no oficial dela historia moderna de Colombia y de las FARC

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

expresivo pero inadecuado para tratar visitantes uniformados-especializados, haya complicado la<br />

vida a Salomé.<br />

El capitán Alfonso Galindo Rojas, jefe de la base de La Uribe sabía por los informes de los "sapos"<br />

quién era Salomé. Y si a esto se agregan los posibles insultos de la lora "int<strong>el</strong>igente", la suerte de su<br />

dueña estaba echada. Y es aquí donde entran a jugar su ignominioso y criminal pap<strong>el</strong> los "sapos". El<br />

"sapo" es lo peor que hay en <strong>el</strong> mundo. Esta asquerosa especie es reclutada por los mandos<br />

militares, esto es, por la int<strong>el</strong>igencia de combate d<strong>el</strong> Ejército, de entre rateros, criminales,<br />

fumadores de marihuana, degenerados, homosexuales, vagabundos-malos hijos, malos padres,<br />

traidores y enfermos mentales. Esa plaga es la directa responsable de las torturas y la muerte de<br />

miles de campesinos.<br />

Pero Salomé no fue solamente colaboradora de las FARC sino una mujer solidaria con todos sus<br />

vecinos, con todos los colonos. Cuando alguien pasaba por su casa allí había algo para calmar su<br />

sed o mitigar <strong>el</strong> hambre y lo hacía con tanta generosidad y desprendimiento, con tanto esmero y<br />

prontitud que muchos llegaron a dudar de su bondad.<br />

Para muchos, Salomé fue la "Doña Bárbara" llanera de Rómulo Gallegos y tiene su propia leyenda<br />

de la que me ocuparé más tarde. Fue activista d<strong>el</strong> movimiento agrario desde hace 10 años cuando se<br />

fundó la primera organización de este tipo en La Uribe. "Me agradó la lucha —decía— y ahí voy a<br />

estar jodiendo hasta que se me desprenda <strong>el</strong> hilacho de vida". Y por fin, los militares fascistas de la<br />

Séptima Brigada volvieron hilachos la vigorosa existencia de la "Doña Bárbara" de las márgenes<br />

d<strong>el</strong> río Guayabero, junto a su marido, junto a su finca que quiso como a una hija de sus entrañas,<br />

junto a sus vacas, sus bestias y caballo de silla, junto a sus perros de caza, sus gatos, su tapir<br />

amaestrado, su par de arrendajos negros y su lora "int<strong>el</strong>igente" que tal vez pudo complicarle su vida<br />

<strong>el</strong> día que las tropas especializadas de la "operación exterminio" llegaron a su casa, allá en las<br />

márgenes d<strong>el</strong> río Guayabero.<br />

UN VIEJO SINVERGÜENZA LLAMADO EPIFANIO<br />

20 de septiembre de 1980<br />

Crónica de Jacobo Arenas<br />

Tenía los ojos azules y como Salomé, también un nombre bíblico. Como los demás, también <strong>el</strong>la, su<br />

marido y sus nueve hijos eran colonos d<strong>el</strong> Guayabero, aunque no enrolados en la "operación<br />

retorno" d<strong>el</strong> general Matallana. Hacía un año administraban una finca de Florentino García y<br />

cayeron, igual que otras muchas familias en las redes siniestras de la "gigantesca operación<br />

exterminio".<br />

Cuando era chiquita, en su casa de Rovira en <strong>el</strong> departamento d<strong>el</strong> Tolima le llamaban "La gata", no<br />

sólo por sus ojos azules sino porque de vez en cuando, a las escondidas, se tomaba la leche que su<br />

madre, Elvira, guardaba r<strong>el</strong>igiosamente para arreglarle <strong>el</strong> café al papá Ab<strong>el</strong>.<br />

Cuando con su marido y sus hijos se vino d<strong>el</strong> Tolima, su hermana Carolina le dijo: "Magdalena,<br />

cuida la salud, esas tierras d<strong>el</strong> Guayabero, según dicen Alejandro y Lácides Anturriaga son<br />

maravillosas para la agricultura y la ganadería pero producen paludismo hasta en la fe de bautismo".<br />

Sin embargo, Magdalena no murió de paludismo sino de las torturas que científicamente le<br />

aplicaron las fuerzas especializadas de la Séptima Brigada , en <strong>el</strong> curso de la "operación<br />

exterminio".<br />

Magdalena era militante comunista desde chiquita ya que Ab<strong>el</strong> y Elvira lo eran desde su mocedad y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!