arrancó de allí, y él quedó de rodillas en la tierra mojada con mi sangre…” Aquel día de llanto fue cuando ambos se reconocieron de frente como padre e hijo, después de varios tropiezos en sus relaciones personales. EN DEFENSA DE CUBA Y NUESTRA AMÉRICA Los hombres para todos los tiempos comienzan por analizar su época. Martí pensaba en la novia <strong>Cuba</strong>, en la madre América, en la familia Humanidad… Pensaba. Alto y claro meditaba. Uno de sus pensamientos más recurrentes en 1889 era la fundación de un periódico para proteger al Sur del Norte peligroso. Con energía y moderación deseaba hablar sobre las riquezas naturales y humanas que abundaban en Latinoamérica y el Caribe. Con relación a un rotativo en inglés que quiso publicar, le confesó a su hermano mexicano Manuel Mercado en marzo de aquel año: “…Lo que quiero demostrar es que somos pueblos buenos, laboriosos y capaces. A cada ofensa, una respuesta, del tipo de la que le mando, y más eficaz por su moderación. A cada defecto, justo en apariencia, que se nos eche en la explicación de lo que excusa, y la prueba de la capacidad de remediarlo, sin defender no sé vivir…” La misión del periodismo martiano se fundamentaba en polemizar con argumentos que demostraran los porqués de los asuntos. Él veía la política como una resolución de ecuaciones que podía fallar si la ecuación estaba mal propuesta. Esta idea la dejó explícita en el semanario que soñó en 1889 y convirtió en acto desde el 14 de marzo de 1892. Patria fue su nombre y lo levantó para convocar y convencer a los cubanos de la necesidad de una contienda breve en pro de la libertad. Martí, quien se comprometió a ser hijo de Nuestra América con tan solo 28 años, sabía que para nivelar al mundo se debía empezar por equilibrar a Latinoamérica y el Caribe. Y para lograr el equilibrio en la región, urgía liberar del coloniaje español a la mayor de las Antillas y a Puerto Rico. Para alcanzar la emancipación de ambos archipiélagos, Martí fundó el Partido Revolucionario <strong>Cuba</strong>no (PRC). Esa organización ayudaría a que sus militantes se ejercitaran como ciudadanos, con deberes y derechos. Patria aportó al fortalecimiento de los hilos de la unión. Días antes al 10 de abril de 1892, cuando se proclamó el PRC, Patria afirmó: “La política es el deber de hijo que el hombre cumple con el seno de la madre; la política es el arte de hacer felices a los hombres”. La publicación hizo alusión al PRC desde el primer número, y una semana antes de promulgarse esa organización, se indicó: “Y lo primero que se ha de decir, es que los cubanos independientes, y los puertorriqueños que se les hermanan, abominarían la palabra partido si significase mero bando o secta, o reducto donde unos criollos se defendiesen de otros (porque) los cubanos han entendido ya, que para vencer a un adversario deshecho, lo único que necesitan es unirse.” El semanario mantuvo su disparo de ideas en tiempos bélicos. El director del semanario orientó a los patriotas Benjamín Guerra y Gonzalo de Quesada el 1 ro de abril de 1895: “Patria ha de ser ahora un periódico especialmente alto y hermoso. “Antes, pudimos descuidarlo, o levantarlo a braceadas: ahora no. Ha de ser continuo, sobre las mismas Bases, afirmando con majestad lo contrario de lo que se afirma de nosotros, mostrando en el silencio inquebrantable sobre las personas el poco influjo real que les concedemos. “A lengua sinuosa nos están batiendo: cerrémosles el camino a mejor lengua, la hermosa (…) La guerra es grave, y se espera de nosotros gravedad. Fue unánime alrededor mío el deseo de que se mudase el tono leve y novicio de los comentarios. Nos quita peso. No necesitamos argüir. Decir no más, por el servicio del periódico, y la verdad corriente”. La última misión periodística del prócer fue reportar la guerra del 95, en la cual murió de cara al sol, como había profetizado en uno de sus Versos Sencillos (Nueva York, 1891). Haber vivido y muerto —físicamente— de frente a la luz lo hace un héroe sin fecha de vencimiento, que aún tiene mucho que aportar en la hora actual. CUBA INTERNACIONAL 23
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