Revista Cuba Internacional - Prensa Latina

Vladimir Molina
Legado continental de una
gesta cubana
Por Marta Cabrales/Fotos:PL
Cuando en el acto central por
los 60 años del ataque al cuartel
Moncada, el presidente
Raúl Castro dijo que también ellos
habían querido tomar el cielo por
asalto aquel 26 de julio de 1953,
admitía el fracaso momentáneo de
una gesta que, sin embargo, comenzó
a iluminar desde entonces a América
Latina.
Así lo reconocieron, en sus discursos,
los gobernantes de ocho naciones
del área que estuvieron presentes
en la conmemoración, al igual
que el canciller de Ecuador, Ricardo
Patiño. Algunos, evocaron el impacto
de ese acontecimiento entre recuerdos
infantiles y familiares, así como
en los inicios de la maduración de su
conciencia política.
Al transcurrir los primeros días después
de la efeméride, el sedimento de
las impresiones de esta mañana de viernes
en la explanada de la antigua fortaleza
militar refleja entre los matices
esenciales esa trascendencia del hecho
protagonizado por jóvenes revolucionarios
encabezados por Fidel Castro en los
actuales cambios en la región.
Es así porque la audacia de los
asaltantes marcó el inicio de la última
etapa en las luchas cubanas por la
independencia, con el glorioso colofón
cinco años, cinco meses y cinco
días después, cuando desde los balcones
del Ayuntamiento de esta ciudad
se anunció la victoria del Ejército
Rebelde sobre las tropas de la tiranía
de Fulgencio Batista.
Las semillas sembradas por la
vocación solidaria e internacionalista
de la Revolución en estos 54 años
han germinado en la gratitud de los
pueblos y tuvieron su expresión en
las palabras de los presidentes de
Venezuela, Nicolás Maduro; Uruguay,
José Mujica; Bolivia, Evo Morales, y
Nicaragua, Daniel Ortega.
En idéntico sentido se pronunciaron
los primeros ministros de Santa
Lucía, Kenny D. Anthony; San Vicente
y Las Granadinas, Ralph E. Gonsalves;
Roosevelt Skerrit, de la mancomunidad
de Dominica, y Winston B. Spencer, de
Antigua y Barbuda, quienes agradecieron
a Cuba tanta ayuda fraternal.
Sin estar físicamente, Fidel Castro
fue una presencia entrañable en la
jornada y junto a él, evocado una y
otra vez, el líder bolivariano Hugo
Chávez.
NO SE ASOMBREN; ES
SANTIAGO DE CUBA
Ningún lugar más adecuado que
esta ciudad para corroborar esa capacidad
de rebeldía y resistencia tan
reconocida a Cuba en su empeño
transformador, frente al bloqueo
económico y la hostilidad del mayor
imperio mundial. Ante ella no cabe el
asombro, como dijera en sus versos
Manuel Navarro Luna.
Los mandatarios y otros extranjeros
invitados palparon otra muestra de esa
gallardía emanada de la epopeya cubana,
que tanto inspira a otros pueblos
empeñados en un cambio de época.
La urbe, devastada nueve meses
atrás por el huracán Sandy, fue capaz
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