Nº 15 de la revista AVANCE Sindical - SOMA FITAG-UGT

L
as medidas que se han puesto en marcha
para combatir la crisis están teniendo efectos
demoledores para los trabajadores y los
colectivos más vulnerables de la sociedad: la
reforma laboral, tal y como advertíamos las
organizaciones sindicales, ha generado más
temporalidad y precariedad en el empleo; se
han congelado las pensiones y se han recortado
salarios; se ha reformado la negociación
colectiva sin consenso social; y hasta la propia
Constitución española se ha modificado sin una
consulta ciudadana previa para blindar la reducción
del déficit como un principio esencial que
puede ser utilizado como justificación de recortes
sociales e inversiones.
AVANCE sindical
En defensa de lo público
Con todo ello, la economía no parece mejorar,
siguen destruyéndose puestos de trabajo y
la sombra de una nueva recesión acecha sin
que nos hayamos recuperado de la crisis más
profunda de las últimas décadas. El Estado del
Bienestar se tambalea, los derechos laborales y
sociales que tantos esfuerzos y sacrificios nos
han costado están en peligro. El capital nos ha
conducido a esta situación y es quien la sostiene:
los ávidos poderes financieros siguen alimentado
la crisis, especulando en busca de
más beneficios. Es evidente que quienes más
deberían aportar a la salida de la crisis son sus
responsables, sin embargo, somos los trabajadores,
los desempleados, los pensionistas, las
familias, los ciudadanos…, quienes sufrimos las
severas consecuencias.
Aquellos que promovían el fin de las ideologías
vuelven a predicar que no hay márgenes
para aplicar una política económica que pueda
diferenciar claramente entre las propuestas de
la izquierda y de la derecha. Si bien es verdad
que gobiernos con proyectos políticos alejados
de planteamientos neoliberales se han visto
arrastrados por la envolvente de imponer soluciones
que nada tienen que ver con sus compromisos
programáticos, es justo reconocer
que, desde la recuperación de las libertades, los
grandes avances sociales en España se han
producido bajo las siglas socialistas. El primer
gobierno del PSOE tras cuarenta años de dictadura
fue quien asentó en nuestro país los pilares
básicos del Estado del Bienestar, con un sistema
público de calidad y universalista (educación,
sanidad, seguridad social, pensiones...) El
gobierno presidido por Zapatero, desde su primera
legislatura, desarrolló leyes, como la de la
dependencia y otras que atañen a los derechos
civiles y las libertades públicas, que conforman
la cuarta pata de ese Estado del Bienestar.
Si se contraponen esos avances de las
legislaturas socialistas con las políticas aplicadas
durante las épocas de gobierno del Partido
Miembros del SOMA-FIA-UGT sostienen una pancarta con un lema en defensa del empleo.
Popular, resulta evidente que las recetas que se
proponen desde la izquierda no son las mismas
que las que propugnan las filas conservadoras.
El ejemplo más reciente es la ofensiva que algunas
comunidades autónomas gobernadas por la
derecha han iniciado contra servicios públicos
básicos, como la sanidad o la educación, que
garantizan la igualdad de oportunidades de
todos los ciudadanos independientemente de
su nivel económico. Lo mismo ocurre con la
El capital nos ha llevado
a esta crisis y es quien
la sostiene mediante la
especulación
Los mercados y las
agencias de calificación
han secuestrado la
soberanía de los Estados
El movimiento sindical es
el contrapeso para frenar
el desmantelamiento
del Estado del Bienestar
agresiva campaña de ataques hacia las organizaciones
sindicales que círculos políticos, económicos
y mediáticos muy determinados han
intensificado durante los últimos meses para
tratar de desprestigiar nuestra labor.
En unos momentos en que el empleo, los
derechos sociolaborales y los servicios esenciales
que garantizan nuestra calidad de vida están
en tela de juicio como nunca antes había ocurrido,
el movimiento sindical somos un contrapeso
y una fuente de rearme ideológico fundamental
para frenar esos intentos de desmantelar el
Estado de Bienestar y contener el crecimiento
de la brecha de las desigualdades sociales. El
reparto de la tarta del PIB pone de manifiesto la
distancia cada vez mayor entre las rentas del
trabajo y las del capital; de continuar esa tendencia,
no quedará pastel que compartir porque
se lo comerán todo los poderes económicos y
financieros que, junto a los mercados y las
agencias de calificación, han secuestrado la
política y la soberanía de los Estados democráticos.
La campaña de carácter nacional
«Defendamos el empleo y el Estado del
Bienestar» que la Unión General de
Trabajadores inició en la reciente Fiesta Minera
Asturleonesa de Rodiezmo pone el acento en
que una salida más justa y equilibrada de la crisis
es posible, que hay alternativas a los recortes
y a las políticas económicas que se están
imponiendo. Hay margen para articular un
modelo social de salida a la crisis, la clave está
en definir las prioridades y abogar por una redistribución
más equitativa de las cargas. •
3 diciembre 2011