Nº 15 de la revista AVANCE Sindical - SOMA FITAG-UGT

AVANCE sindical
SECTOR ENERGÉTICO
El sector del kilovatio
echa chispas
Inquietud ante los movimientos accionariales
de algunas empresas energéticas y la paralización
de inversiones en Asturias
E
l sector energético vuelve a agitarse ante
los movimientos empresariales que se están
produciendo últimamente. Compras, fusiones y
privatizaciones han sido una constante entre las
compañías eléctricas en los últimos tiempos
pero, desde el comienzo de la crisis, las maniobras
accionariales en un sector estratégico, que
marca políticas económicas y modelos de país,
se han intensificado.
Algunos de esos movimientos empresariales
están siendo protagonizados por empresas
con presencia industrial en Asturias. Así, Gas
Natural Fenosa, propietaria de la central térmica
de Soto de la Barca, está estudiando la posibilidad
de presentar una oferta por el 20,05% de la
compañía EDP -propietaria del 95,7% de HC
Energía-, el capital directo que el gobierno luso
posee en la empresa y que pretende privatizar
para el saneamiento de las cuentas públicas del
país. El grupo alemán E.On, con centrales
hidroeléctricas en el Cares y Navia, es otro posible
candidato a hacerse con esa parte del accionariado.
El SOMA-FIA-UGT lleva tiempo
advirtiendo de la necesidad
de tener una empresa
pública energética
Estamos asistiendo a un nuevo «colonialismo
económico y financiero». Organismos económicos
y financieros internacionales están
obligando a países intervenidos a privatizar
empresas públicas energéticas, por cuyo capital
pujan ahora compañías privadas con domicilio
social en otros estados. ¿Por qué una empresa
pública energética es válida en Francia o Brasil
y no en España? El dogma del liberalismo económico
de que las empresas privadas son más
eficientes que las públicas se desmorona si nos
fijamos en los países de nuestro entorno.
Electricité de France, por ejemplo, es una de las
principales compañías energéticas mundiales,
controlada por el estado con un 84,7% del capital.
El SOMA-FIA-UGT viene advirtiendo desde
hace años de la necesidad de tener una empresa
pública energética, capaz de salvar los vaivenes
del sector y garantizar la prestación de un
servicio imprescindible para el desarrollo industrial,
económico y social de cualquier país y la
competitividad de su tejido productivo. Parece
ser que la realidad vuelve a dar la razón a las
tesis mantenidas por esta organización, que
viene demandando una planificación energética
de largo plazo y el diseño de un mix de generación
diversificado que contemple las diferentes
fuentes de energía y dé prioridad a los recursos
autóctonos -carbón y renovables- para reducir
nuestra dependencia energética.
Falta una política energética común en la
Unión Europea, pero España debe recuperar su
soberanía y su capacidad de decisión y clarificar
Central térmica de Lada
FITAG-UGT no
firma el convenio
en Iberdrola
El V Convenio Colectivo de Iberdrola
Grupo no ha contado con el consenso
sindical. FITAG-UGT, el sindicato mayoritario
en la empresa, no ha suscrito su
contenido, ya que implanta un mecanismo
de actualización salarial que no
garantiza el mantenimiento del poder
adquisitivo de los trabajadores. El convenio
elimina el criterio de relacionar los
incrementos salariales al IPC y lo sustituye
por una fórmula opaca dependiente
de los resultados operativos de la
empresa.
Durante los 4 años que dura el convenio,
el incremento salarial será del 1%
anual a cuenta y si el EBIT (beneficios
después de impuestos) que establece la
empresa año a año se consiguiera al
100%, el aumento sería de un 0,5% más
(1,5%); si el resultado fuera del 120%
por encima de dicho índice, se incrementaría
un 2% más (3,5%). Al final de
la vigencia del convenio, se comparará
la evolución salarial obtenida por este
sistema con los denominados "salarios
en el mercado" y si los mismos fueran
superiores a los obtenidos por la aplicación
del EBIT, se compensaría con una
paga única no consolidable equivalente
al 80% de dicha diferencia. Por tanto, el
incremento salarial de los próximos
años queda a merced de la empresa.
El SOMA-FIA-UGT, con su representación
en la dirección de la sección
sindical estatal de Iberdrola, ha tenido
una activa participación en el análisis de
la evolución de las negociaciones y en la
determinación final de no rubricar este
convenio. El respaldo a la decisión ha
sido unánime en las asambleas de trabajadores,
reforzada con la recogida de
firmas en todos los centros de trabajo
del grupo para mostrar el rechazo de los
trabajadores al convenio: en pocos días
expresaron su apoyo 3.800 compañeros
(el 41% de los afectados), muchos de
ellos afiliados a las organizaciones firmantes,
cuya actitud rompe con los
Acuerdos Confederales de Negociación
Colectiva (ANC 2010-2012).
diciembre 2011
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