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3. Recto juicio.<br />
4. Misericordia con el pobre.<br />
Pregunta: ¿Entonces, el que no muestra misericordia con el pobre peca contra el octavo mandamiento?<br />
Respuesta: Ciertamente, si tiene los medios para asistirlo, pues todo lo que tenemos pertenece en realidad<br />
a Dios, y nuestra abundancia es dada por su Providencia para asistir a los pobres. Por ello, si no les<br />
damos de nuestra abundancia, en realidad estamos robándolos y defraudándoles de sus derechos y de<br />
los dones de Dios.<br />
Pregunta: ¿Existe alguna otra virtud más elevada contraria a los pecados del octavo mandamiento?<br />
Respuesta: Sí, la absoluta pobreza, o renunciación a toda propiedad, que es propuesta por el Evangelio<br />
no como una obligación para todos, sino como consejo para los que quieren ser perfectos: “Si quieres<br />
ser perfecto, vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos” (Mat.<br />
19:21).<br />
Sobre el noveno mandamiento<br />
Pregunta: ¿Qué está prohibido con el noveno mandamiento?<br />
Respuesta: El falso testimonio contra nuestro prójimo, así como mentir.<br />
Pregunta: ¿Qué se prohibe bajo las palabras falso testimonio?<br />
Respuesta: 1. El falso testimonio en una corte de justicia es cuando alguien presta testimonio, delata o<br />
acusa falsamente a otro.<br />
2. Falso testimonio fuera de una corte de justicia es cuando alguien difama al prójimo, o lo inculpa<br />
de manera injusta.<br />
Pregunta: ¿Está permitido censurar a alguien cuando realmente es censurable?<br />
Respuesta: El Evangelio no nos permite juzgar ni los reales vicios o faltas de nuestro prójimo, excepto<br />
que seamos especialmente llamados para su castigo o enmienda (por un oficio judicial): “No juzguéis,<br />
para no ser juzgados” (Mat. 7:1).<br />
Pregunta: ¿Están permitidas las mentiras que no tienen por propósito perjudicar a nuestro prójimo?<br />
Respuesta: No, porque son incompatibles con el amor respecto a nuestro prójimo, y son indignas de un<br />
hombre, en especial un cristiano, que fue creado para la verdad y el amor: “Por tanto, desechando la<br />
mentira, hablad con verdad cada cual con su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros”<br />
(Efes. 4:25).<br />
Pregunta: Si queremos evitar los pecados contra el noveno mandamiento, ¿qué reglas debemos seguir?<br />
Respuesta: “Quien quiera amar la vida y ver días felices, guarde su lengua del mal, y sus labios de palabras<br />
engañosas” (1 Pedro 3:10); “Si alguno se cree hombre de fe, pero no pone freno a su lengua sino<br />
que engaña a su propio corazón, su fe es vana” (Santiago 1:26).<br />
Sobre el décimo mandamiento<br />
Pregunta: ¿Qué prohibe el décimo mandamiento?<br />
Respuesta: Todos los deseos contrarios al amor hacia nuestro prójimo, y los pensamientos asociados<br />
con esos deseos.<br />
Pregunta: ¿Por qué están prohibidos no sólo las malas acciones sino también los malos deseos y pensamientos?<br />
Respuesta: Primero, porque cuando el alma hospeda algún deseo o pensamiento malos, es ya impura a<br />
la vista de Dios, e inmerecedora de El. Como dice Salomón: “Abominaciones son a Dios los pensamientos<br />
malos” (Prov. 15:26). Por eso debemos purificarnos a nosotros mismos de estas impurezas interiores,<br />
como enseña el Apóstol San Pablo: “Purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando<br />
la santificación en el temor de Dios” (2 Cor. 7:1). Segundo, porque para prevenir actos pecaminosos,<br />
es necesario vencer los deseos y pensamientos pecaminosos, de los cuales como de semillas<br />
surgen tales acciones. Como está escrito: “Desde el corazón salen las intenciones malas, homicidios,<br />
adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias” (Mat. 15:19); “Cada uno es tentado por su<br />
propia concupiscencia, que le arrastra y seduce. Después, la concupiscencia, cuando ha concebido, da<br />
a luz el pecado, y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte” (Santiago 1:14-15).<br />
Pregunta: ¿Cuando se nos prohibe desear lo de nuestro prójimo, que pasión es condenada?<br />
Respuesta: La envidia.<br />
Pregunta: ¿Qué está prohibido por las palabras: “No codicies la mujer de tu prójimo”?<br />
Respuesta: Todos los pensamientos y deseos lascivos, o adulterio interior.<br />
Pregunta: ¿Qué está prohibido por las palabras: “no codicies la casa de tu prójimo, ni sus campos, ni su<br />
siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que le pertenezca”?<br />
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