Descargar PDF - Centro de documentación César Borgia

En la actualidad son muchas las que acuden a las tres peluquerías que
existen en el pueblo.
Una de las tareas de las madres era la higiene de las cabezas de sus hijos.
Era frecuente, mientras unas «hacían labor», al sol en la calle, otras dedicarse
a escarbar con los dedos la cabellera del chico para atrapar, entre
uña y uña, al piojo o liendre.
Higiene de los dientes
Hasta hace muy pocos años era desconocido el lavado y cuidado de
la dentadura. Aún en la actualidad son mayoría quienes lo descuidan.
OTROS ASPECTOS HIGIENICOS
Para matar las moscas en las viviendas, especialmente en las cocinas,
en las que abundaban con exceso, se azucaraban unas ramas de «yelgos» y se
colgaban del techo. Una vez posadas las moscas en ellas, se metían con cuidado
en un saco y se mataban a golpes.
Otro insecto que abundaba mucho en las casas era la chinche. Anidaba
en los rincones de las camas y somieres, tanto de madera como de hierro.
El medio más frecuente de extirparlos consistía en quemarlos con la
llama de una vela o candil. Por eso los rincones de estos muebles, además
de las suciedades de estos bichos, solían hallarse muy ahumados.
Sobre la extirpación del piojo ya se lia hablado en otro lugar.
VESTIMENTA
EL HOMBRE.-Interiormente vestía camisa larga de lino con pechera
blanca de hilo y más blanda. Solían tener de seis a doce camisas. Cuando se
ensuciaban todas, se colaban a la vez. Esta camisa era la de vestir.
Las de los días ordinarios eran de color y sin pecheras.
No se usaba el calzoncillo. (Es conocida la anécdota del nuevo alcalde
que estrenó dicha prenda.. .)
Pantalón de pana y blusa. Estas eran de dos clases: unas amplias, azules,
llamadas francesas, las otras grises y más pequeñas, llamadas bilbainas.
Cinto negro y largo rematado en flecos, que se rodeaba en la cintura y
donde se guardaba la petaca y la navaja o pistola.