Descargar PDF - Centro de documentación César Borgia

Medias blancas de cotón.
Botas o botines altos, hasta debajo de la rodilla, atados de abajo arriba
con trenzas cruzadas.
Ha sido muy frecuente las promesas de hábitos en honor de la Virgen
o santos, por motivo de enfermedades o apuros, durante un año u otros períodos
de tiempo.
Cumplida la promesa eran quemados, pues no podían servir para otros
usos.
EL PELO.-Trenza larga o rosca grande, patillas largas rizadas.
Encima del. peinado un peinetón, sin mantilla, colocado en el centro
o ladeado.
LOS NIÑ0S.-El pelele, especie de mono o camiseta y braga de una
pieza, con amplia gatera.
Pantalón hasta la rodilla, también con gatera.
Mandíl atado atrás.
Alpargata, o más frecuentemente, descalzos.
LAS CHICAS.-Pelele,
falda, blusa y mandíl.
Lavado de la ropa
El lugar normal del lavado de ropas fue el lavadero público, denominado
«el río». Estaba adyavente a la fuente pública, donde está situado el parque
infantil. Era un gran cuadrilátero en forma de estanque, como de 8 por
8 metros, resguardado por un tejadillo, en la parte exterior, donde se colocaban
las mujeres.
Las mujeres «colanderas», casi siempre las mismas, que se dedicaban a
lavar para otros, madrugaban y, antes de amanecer «pillaban» vez en los
chorros de entrada del agua clara. Solían producirse frecuentes y grandes altercados
entre ellas por ocupar estos puestos.
«El río» era el lugar de comadreo. Dada la situación estratégica, a la
orilla de la carretera, donde paraban las diligencias o coches de viajeros, solía
ser el lugar de control de todas las llegadas y salidas del pueblo.
Nunca faltaban mujeres desenvueltas, que a la llegada de los coches,
apostrofaban, con más o menos gracia e ironía, muchas veces faltona, a los
forasteros que se apeban. Este «río» de Allo era famoso y temido, o mejor
sus usuarias, por este motivo.
Entre las obligaciones de uno de los alguaciles, estaba la limpieza de
dicho servicio y su orden.