El hambre como problema colonial - Programa de Acción Colectiva ...
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quedaron con <strong>problema</strong>s <strong>de</strong>… (G<strong>de</strong>D1, Córdoba: 2009. Expresiones<br />
<strong>de</strong> una carrera).<br />
Adrián Scribano, Juliana Huergo y Martín Eynard <strong>El</strong> <strong>hambre</strong> <strong>como</strong> <strong>problema</strong> <strong>colonial</strong>...<br />
36<br />
En los territorios con <strong>hambre</strong> la crisis es un caer que todo lo agiganta,<br />
es un <strong>problema</strong> que trae otros <strong>problema</strong>s, por eso hay que reclamar<br />
todo, literalmente no hay por dón<strong>de</strong> empezar. La situación fantasmática<br />
está cargada <strong>de</strong> sensación <strong>de</strong> totalidad. La intervención <strong>de</strong> los fantasmas<br />
traen a flor <strong>de</strong> piel las mediaciones invisibles <strong>de</strong> una totalidad siempre<br />
precaria, en la crisis todas las eda<strong>de</strong>s y comidas son pocas, todas las<br />
previsiones y divisiones se diluyen.<br />
Sorteos y turnos son las formas más sencillas <strong>de</strong> elegir entre los que<br />
sufren <strong>hambre</strong>: justamente esta entrevistada sostiene la lógica <strong>de</strong>l turno <strong>de</strong><br />
trabajo (en tanto forma <strong>de</strong> auto-responsabilización) para evitar el sorteo.<br />
C: ¡Sí! Éramos 10, 12, que nos turneábamos por ahí, por los horarios.<br />
Aparte, te digo, haciendo la comida, porque nos turneamos porque<br />
había unas que tenían que salir a buscar las donaciones, las otras que<br />
tenían que anotar todo lo que habían recaudado, y a ver cuántos chicos<br />
más se podía ir agregando por día, porque tampoco a todos no se<br />
podía llegar. Entonces estas otras que hacían la comida, las otras que<br />
se fijaba a cuántos chicos se podía, y a quién podíamos poner primero,<br />
no hacíamos sorteo sino veíamos la necesidad más rápida que había<br />
<strong>de</strong> las familias que seguían, que estaban anotadas. Se iban anotando<br />
porque no iban teniendo trabajo, cada vez se anotaban más. (Entrevista<br />
a CP, pobladora <strong>de</strong> Ciudad <strong>de</strong> Mis Sueños, Córdoba, 2008)<br />
Es evi<strong>de</strong>nte cómo opera la racionalización <strong>de</strong> la acción en términos <strong>de</strong><br />
una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> montaje en el salvataje <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong>. <strong>El</strong> dividir las activida<strong>de</strong>s,<br />
mesurar los tiempos y atribuir jerarquías a las metas –otrora características<br />
<strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo asalariado– se aplican a las<br />
formas <strong>de</strong> sutura que los salvatajes <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong> adquieren. Dos <strong>de</strong>talles<br />
<strong>de</strong> la narración muestran la operatividad <strong>de</strong>l solidarismo: las donaciones y<br />
la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> los “sin-trabajo” anotándose para que sus hijos coman.<br />
<strong>El</strong> colono da en el mismo lugar que quita.<br />
Si los estados <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia se construyesen directamente <strong>de</strong> la<br />
mano <strong>de</strong>l donante-colono a la boca <strong>de</strong>l <strong>de</strong>socupado-colonizado, obviamente<br />
el riesgo aumentaría. Sin las mediaciones necesarias y constituyentes<br />
<strong>de</strong> los objetos <strong>de</strong> las donaciones, es <strong>de</strong>cir, los propios “asistidos”,<br />
no habría colonia.<br />
Yo pienso que sí. Sí, algunos casos toman conciencia. Y porque te<br />
paran a la salida y te dicen “ohhh”; te sentís contenta cuando te dicen<br />
ese comentario <strong>de</strong> “gracias a ella mi hija tuvo un plato <strong>de</strong> comida”,<br />
“gracias a ella, porque fue a pedir allá, mi hijo para navidad uso un<br />
par <strong>de</strong> zapatillas nuevas”, o “ella vino me hablo, me dijo que si yo<br />
le podía comprar al mío, por qué no se lo daba al <strong>de</strong> ella”, o “me