El hambre como problema colonial - Programa de Acción Colectiva ...
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Adrián Scribano, Juliana Huergo y Martín Eynard <strong>El</strong> <strong>hambre</strong> <strong>como</strong> <strong>problema</strong> <strong>colonial</strong>...<br />
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resignación y ocupados en el consumo mimético. Es <strong>de</strong>cir, no hay religión<br />
neo<strong>colonial</strong> sin la inscripción <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong> en el cuerpo y por lo tanto la<br />
política <strong>colonial</strong> <strong>de</strong>be marcar in<strong>de</strong>leblemente a esos niños para garantizar<br />
un mañana igual al presente.<br />
Los cuerpos son comprados y se ven<strong>de</strong> la disponibilidad <strong>de</strong> los cuerpos<br />
por alimentos. La economía política <strong>de</strong> la colonia es un verda<strong>de</strong>ro<br />
mercado <strong>de</strong> intercambio <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong> sacrificios: el colono da lo que le<br />
sobra <strong>de</strong> energías a cambio <strong>de</strong> la aceptación inmovilizante <strong>de</strong> la asistencia<br />
permanente. <strong>El</strong> colono busca solamente “re-armar” cotidianamente<br />
esa práctica i<strong>de</strong>ológica que se llama <strong>de</strong>mocracia <strong>colonial</strong>.<br />
La fantasía <strong>de</strong>l hombre que sale <strong>de</strong>l “mercado <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong>” a través <strong>de</strong> la<br />
educación aparece <strong>como</strong> posible “ruptura” <strong>de</strong>l círculo vicioso <strong>de</strong> la pobreza,<br />
<strong>como</strong> una oportunidad <strong>de</strong> movilidad social vinculada a la autonomía <strong>de</strong> los<br />
sujetos. <strong>El</strong> sueño no “dura” tanto: repica el <strong>de</strong>spertador <strong>de</strong>l tener que robar<br />
para comer, lo real vuelve siempre <strong>como</strong> horroroso en la lógica <strong>colonial</strong>.<br />
La política <strong>como</strong> empresa <strong>colonial</strong> necesita <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra política y<br />
la oferta es construida en el mercado <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong>, en el uso teleológico <strong>de</strong><br />
la necesidad <strong>de</strong>l colonizado.<br />
La <strong>de</strong>mocracia <strong>colonial</strong> alberga dos momentos expropiatorios –diferentes<br />
pero complementarios– la gestión <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> obra política: uno<br />
fordista y el otro posfordista. Por eso es necesaria la multiplicación <strong>de</strong><br />
“cuerpos superfluos” que pugnen por sobrevivir.<br />
En el contexto expresado se pue<strong>de</strong> inscribir la próxima narración: las<br />
hormigas no sueñan. Décadas <strong>de</strong> represión, tortura y “colonización-<strong>de</strong>lfuturo”<br />
dan sus frutos. 18 Al colonizado no le quedan muchas opciones:<br />
muere aplastado, mata para que no lo aplasten o acepta el aplastamiento<br />
continuo <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong>.<br />
R: Claro, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 2001 en a<strong>de</strong>lante cambió todo, hasta la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />
los niños, hasta el pensar <strong>de</strong> los niños. Nos han quitado el sueño, no<br />
solamente nuestro, los hijos; yo soy abuelo… nos han quitado el sueño,<br />
verda<strong>de</strong>ramente. O sea, nos hacen el trabajito <strong>de</strong> hormiga, ¿qué es el<br />
trabajito <strong>de</strong> hormiga La hormiga la pisan, pero no la matan, se levanta<br />
<strong>como</strong> pue<strong>de</strong>, cuando se quiso escapar le vuelven a meter el pie…<br />
estamos en ese proceso, ¿A dón<strong>de</strong> vamos a llegar No sabemos. No<br />
quiero que algún día corra sangre, que no tengamos que salir a la calle a<br />
pelear el alimento… no, a matar, ¡ojo! a matar gente o a matarnos entre<br />
nosotros para po<strong>de</strong>r comer en el país más rico <strong>de</strong>l mundo. (G<strong>de</strong>D1, Villa<br />
María: 2009. Expresiones <strong>de</strong> un changarín <strong>de</strong>l Mercado <strong>de</strong> Abasto).<br />
Negrito y trabajador <strong>como</strong> las hormigas, al colonizado incluso le han<br />
sacado los sueños en el mismo acto <strong>de</strong> un intento final por incluirse en<br />
la fantasía <strong>de</strong>l país más rico. Los niños son los testigos <strong>de</strong> un futuro que<br />
se teje ahora con la impotencia <strong>de</strong> sus padres. Cuando caen los sueños<br />
18 Cfr. Scribano (2008c).