01.01.2015 Views

El hambre como problema colonial - Programa de Acción Colectiva ...

El hambre como problema colonial - Programa de Acción Colectiva ...

El hambre como problema colonial - Programa de Acción Colectiva ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Adrián Scribano, Juliana Huergo y Martín Eynard <strong>El</strong> <strong>hambre</strong> <strong>como</strong> <strong>problema</strong> <strong>colonial</strong>...<br />

46<br />

resignación y ocupados en el consumo mimético. Es <strong>de</strong>cir, no hay religión<br />

neo<strong>colonial</strong> sin la inscripción <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong> en el cuerpo y por lo tanto la<br />

política <strong>colonial</strong> <strong>de</strong>be marcar in<strong>de</strong>leblemente a esos niños para garantizar<br />

un mañana igual al presente.<br />

Los cuerpos son comprados y se ven<strong>de</strong> la disponibilidad <strong>de</strong> los cuerpos<br />

por alimentos. La economía política <strong>de</strong> la colonia es un verda<strong>de</strong>ro<br />

mercado <strong>de</strong> intercambio <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong> sacrificios: el colono da lo que le<br />

sobra <strong>de</strong> energías a cambio <strong>de</strong> la aceptación inmovilizante <strong>de</strong> la asistencia<br />

permanente. <strong>El</strong> colono busca solamente “re-armar” cotidianamente<br />

esa práctica i<strong>de</strong>ológica que se llama <strong>de</strong>mocracia <strong>colonial</strong>.<br />

La fantasía <strong>de</strong>l hombre que sale <strong>de</strong>l “mercado <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong>” a través <strong>de</strong> la<br />

educación aparece <strong>como</strong> posible “ruptura” <strong>de</strong>l círculo vicioso <strong>de</strong> la pobreza,<br />

<strong>como</strong> una oportunidad <strong>de</strong> movilidad social vinculada a la autonomía <strong>de</strong> los<br />

sujetos. <strong>El</strong> sueño no “dura” tanto: repica el <strong>de</strong>spertador <strong>de</strong>l tener que robar<br />

para comer, lo real vuelve siempre <strong>como</strong> horroroso en la lógica <strong>colonial</strong>.<br />

La política <strong>como</strong> empresa <strong>colonial</strong> necesita <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra política y<br />

la oferta es construida en el mercado <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong>, en el uso teleológico <strong>de</strong><br />

la necesidad <strong>de</strong>l colonizado.<br />

La <strong>de</strong>mocracia <strong>colonial</strong> alberga dos momentos expropiatorios –diferentes<br />

pero complementarios– la gestión <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> obra política: uno<br />

fordista y el otro posfordista. Por eso es necesaria la multiplicación <strong>de</strong><br />

“cuerpos superfluos” que pugnen por sobrevivir.<br />

En el contexto expresado se pue<strong>de</strong> inscribir la próxima narración: las<br />

hormigas no sueñan. Décadas <strong>de</strong> represión, tortura y “colonización-<strong>de</strong>lfuturo”<br />

dan sus frutos. 18 Al colonizado no le quedan muchas opciones:<br />

muere aplastado, mata para que no lo aplasten o acepta el aplastamiento<br />

continuo <strong>de</strong>l <strong>hambre</strong>.<br />

R: Claro, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 2001 en a<strong>de</strong>lante cambió todo, hasta la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

los niños, hasta el pensar <strong>de</strong> los niños. Nos han quitado el sueño, no<br />

solamente nuestro, los hijos; yo soy abuelo… nos han quitado el sueño,<br />

verda<strong>de</strong>ramente. O sea, nos hacen el trabajito <strong>de</strong> hormiga, ¿qué es el<br />

trabajito <strong>de</strong> hormiga La hormiga la pisan, pero no la matan, se levanta<br />

<strong>como</strong> pue<strong>de</strong>, cuando se quiso escapar le vuelven a meter el pie…<br />

estamos en ese proceso, ¿A dón<strong>de</strong> vamos a llegar No sabemos. No<br />

quiero que algún día corra sangre, que no tengamos que salir a la calle a<br />

pelear el alimento… no, a matar, ¡ojo! a matar gente o a matarnos entre<br />

nosotros para po<strong>de</strong>r comer en el país más rico <strong>de</strong>l mundo. (G<strong>de</strong>D1, Villa<br />

María: 2009. Expresiones <strong>de</strong> un changarín <strong>de</strong>l Mercado <strong>de</strong> Abasto).<br />

Negrito y trabajador <strong>como</strong> las hormigas, al colonizado incluso le han<br />

sacado los sueños en el mismo acto <strong>de</strong> un intento final por incluirse en<br />

la fantasía <strong>de</strong>l país más rico. Los niños son los testigos <strong>de</strong> un futuro que<br />

se teje ahora con la impotencia <strong>de</strong> sus padres. Cuando caen los sueños<br />

18 Cfr. Scribano (2008c).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!