16.01.2015 Views

Fernando Ortega, el hombre esperado

Fernando Ortega, el hombre esperado

Fernando Ortega, el hombre esperado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Palenque<br />

Para la gente, no para<br />

los bancos<br />

Julio Pomar<br />

Buena muestra de que intenta<br />

cumplir con sus ofrecimientos<br />

de campaña <strong>el</strong>ectoral, está dando <strong>el</strong><br />

presidente de Estados Unidos, Barack<br />

Obama, a un mes y días de haber accedido<br />

al poder. Se dice con realismo y<br />

sensatez que será muy difícil que asuma<br />

a plenitud <strong>el</strong> conjunto de sus ofrecimientos<br />

<strong>el</strong>ectorales, ni que satisfaga<br />

la inmensa expectativa que despertó<br />

su democrática llegada arrolladora a la<br />

Casa Blanca. Es hoy la cabeza política<br />

formal d<strong>el</strong> imperio y eso tiene mucho<br />

que decir de su futuro desempeño. Así<br />

que sin pecar de ingenuos, podemos<br />

decir que su intento tiene <strong>el</strong> mérito de<br />

plantear una línea de correcciones a la<br />

torpe, esquinada y parcial política de los<br />

ultra conservadores norteamericanos<br />

que durante 8 años, cuando menos,<br />

infligieron con su poder al mundo <strong>el</strong><br />

terror armado, y en lo interior, uno de<br />

los saqueos económicos más evidentes<br />

que haya sufrido <strong>el</strong> pueblo de Estados<br />

Unidos en toda su historia.<br />

Uno de sus lemas en campaña fue<br />

que «<strong>el</strong> rescate no es para los bancos,<br />

sino para la gente». Está por verse<br />

qué tanta eficacia tiene en <strong>el</strong> empeño.<br />

Pero no cabe duda que hasta en un<br />

análisis superficial, su insistencia en<br />

que su propósito no es salvar los mega<br />

negocios de unos cuantos privilegiados<br />

cresos ultra millonarios muy poderosos,<br />

sino proceder a tender una mano a los<br />

múltiples perjudicados de la política<br />

ultra conservadora, da una nueva certidumbre<br />

e imagen de que sus propósitos<br />

son serios, que no fueron frases de<br />

campaña —demagógicos, pues— sólo<br />

Expresa mi estilo<br />

para obtener <strong>el</strong> voto de los <strong>el</strong>ectores y<br />

después olvidarse de <strong>el</strong>los.<br />

Los intereses heridos ya empiezan<br />

incluso a intentar ridiculizarlo en caricaturas<br />

y sarcasmos. Lo acusaron y<br />

acusan de algo que en definitiva no es:<br />

de socialista. Piensan que irremisiblemente<br />

irá al fracaso. Pero todo indica<br />

que simplemente pretende reabrir <strong>el</strong><br />

camino keynesiano que aplicó <strong>el</strong> más<br />

grande presidente que ha tenido la superpotencia,<br />

Franklin D<strong>el</strong>ano Roosev<strong>el</strong>t.<br />

Y Keynes estuvo siempre muy ajeno a<br />

cualquier filiación socialista, sino que,<br />

más bien, su teorización económica<br />

fue producto de la inquietud capitalista<br />

ante <strong>el</strong> empuje socialista de las primeras<br />

décadas d<strong>el</strong> siglo 20. O sea, fue un<br />

corrector d<strong>el</strong> capitalismo como sistema,<br />

que acababa de pasar por la gran crisis<br />

d<strong>el</strong> año 29. Siempre él y otros pensando<br />

en <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro d<strong>el</strong> comunismo. Pero ya<br />

se ve que reabrir la experiencia keynesiana<br />

es en EU más difícil que llegar a<br />

la Luna.<br />

La experiencia obamista no está<br />

siendo debidamente percibida en muchas<br />

partes d<strong>el</strong> mundo. No se entiende<br />

acaso que cuando <strong>el</strong> imperio afloja las<br />

tensas riendas, que parece ser la tendencia<br />

de la nueva política de Obama,<br />

esa es una oportunidad de oro para las<br />

naciones pobres o semi-pobres d<strong>el</strong> mundo,<br />

y para amplias masas de la Humanidad,<br />

siempre y cuando sea entendida<br />

en sus términos reales. Menudean las<br />

voces escépticas, más que las de quienes<br />

ven <strong>el</strong> giro de la política presidencial<br />

de EU como un acicate para preparar<br />

y ejecutar cambios propios, que son<br />

necesarios después de tres décadas de<br />

neoliberalismo aplastante, depredador<br />

y excluyente.<br />

México no es la excepción. El actual<br />

Hop’ K’in • 16<br />

gobierno de Calderón parece andar<br />

en las antípodas de esta preocupación<br />

de real-politik, si acaso piensa en <strong>el</strong>lo.<br />

Su combate a la crisis parece y es una<br />

pálida respuesta a los apremios de una<br />

debacle de la política económica seguida<br />

fi<strong>el</strong>, servilmente, desde los mediados<br />

de los 80, con De la Madrid-Salinas<br />

al frente d<strong>el</strong> gobierno, que se suma a<br />

las graves crisis de crecimiento y desarrollo<br />

económico-social que México<br />

ya experimentaba desde antes, con su<br />

«desarrollo con miseria», que eso produjo<br />

<strong>el</strong> llamado mod<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> «desarrollo<br />

estabilizador». Los ricos pueden seguir<br />

siendo ricos, y los pobres se quedan en<br />

lo que han sido, con algunas reformas<br />

sociales que mantengan la estabilidad.<br />

Pero lo que nos deparó <strong>el</strong> destino con<br />

las contrarreformas salinistas-zedillistas<br />

neoliberales fue algo mucho peor. Fue<br />

<strong>el</strong> imperio brutal d<strong>el</strong> capitalismo salvaje<br />

dependiente.<br />

Una verdadera estrategia anti crisis<br />

debía estar determinada, desde las<br />

profundidades de la misma crisis, a<br />

salvar a las inmensas masas de mexicanos<br />

que en número de 60 millones<br />

de habitantes, no ven perspectivas de<br />

avance. Reducir la brutal brecha entre<br />

opulencia e indigencia debiera ser la<br />

palabra de orden d<strong>el</strong> momento. Frente<br />

a <strong>el</strong>lo, se apoya a los empleadores, pero<br />

no al empleo; a los voraces empresarios<br />

anti sociales, antes que a los sectores<br />

populares; a las concentraciones de<br />

poder monopólico privado, frente a las<br />

opciones de desarrollo social real.<br />

Les pasa de noche a los dirigentes<br />

nativos <strong>el</strong> enunciado de la política anunciada<br />

por Obama: «El rescate no es para<br />

los bancos, sino para la gente».<br />

pojulio2@gmail.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!