Fernando Ortega, el hombre esperado

La anécdota
Pedro Heredia Guerrero
Los mejores beisbolistas campechanos
Mis estimados, amables, inteligentes y asiduos lectores,
sin duda alguna, no es difícil nombrar a los buenos
pitchers derechos que han destacado en el beisbol profesional
y que nacieron en el bello estado de Campeche.
Empezaré con uno que brilló con luz propia y que se
convirtió en quizás, el más querido ídolo de la noble y conocedora
fanaticada campechana, me refiero claro a Adriano
«El Chino» Wong. Dueño de un espeluznante repertorio que
incluía pitcheadas que fueron bautizadas por los cronistas
deportivos de la época como «la dormilona», «la hamaca»
y la más famosa, «la bola de opio», un lanzamiento lento
que se le veían las costuras a la pelota, pero que, al llegar
al jom caía hacia adentro causando verdaderos estragos
en la batería enemiga. Además contaba con una rápida,
que aunque no era muy poderosa, tenía la inteligencia de
utilizarla cuando los toleteros contrarios no la esperaban
y los dejaba con la carabina al hombro y con la sorpresa
pintada en sus rostros, ante la alegría de los seguidores de
«Los Piratas» que aplaudían a rabiar al querido Chino.
Mi amigo Ariel Herrera Zozaya, afamado cronista deportivo,
me enseñó un dato que me dejó turulato, pero que
me confirmó la grandeza de Adriano y su gran categoría
como serpentinero: en la temporada de 1946 de la año-
rada Liga Peninsular, el Chino fue el Mejor Pítcher con un
impresionante récord, vean si no mis conocedores lectores,
12 juegos ganados y 0 perdidos, si tomamos en cuenta
que en la liga sólo jugaban «Las Estrellas Yucatecas», «Los
Pericos», ambos de la Blanca Mérida, «Los Cardenales» de
Motul y Los Piratas de Campeche, es decir, con únicamente
4 equipos, el campeonato no podía ser muy largo, así que
la hazaña del Chino Wong fue extraordinaria y nunca jamás
se repitió. Con este botón de muestra, no queda más que
colocar a Adriano Wong Cámara, el popular Chino, en un
lugar muy prominente, entre los inmortales de la pelota
campechana. Señores, hay que quitarse el sombrero cuando
se nombra al inolvidable Chino Wong.
Filiberto Quí Farfán, «El orgullo de Lerma», el gran
«Fili» como cariñosamente se le llama a este tremendo
lanzador, poseedor de una recta poderosa, lanzamiento que
era su fuerte, el cual lo llevó a ser el primer serpentinero
nacido en Campeche en lanzar un juego sin hit ni carrera
en la Liga Mexicana, joya de pitcheo que logró cuando
militaba con «Los Diablos Rojos» del México. Creo que
no hay ningún otro pítcher de aquí del patio que lo haya
hecho, así que el Chino y Fili tienen un lugar muy especial
en nuestros recuerdos por la manera tan firme e indiscutible
en que pusieron muy en alto el pendón de nuestro
queridísimo e inigualable Estado de Campeche. ¡Honor a
quien honor merece!
Queridos amigos, todavía quedan en el tintero los nombres
de otros buenos pítchers derechos, que en la siguiente
edición de vuestra esperada revista Hop’ K’in (Quinto día)
les daré a conocer, con el cariño de siempre. No olviden
mandar sus acertados comentarios al 981-12-22-398, en
el cual éste su seguro servidor espera con ansias. Gracias
por llamar.
Hasta la próxima y… por ahí nos encontraremos.
Hop’ K’in • 24