Fernando Ortega, el hombre esperado

ciones sociales quienes la perciben como un obstáculo para el buen
funcionamiento de las instituciones del Estado y la gobernabilidad, y
que desde distintos frentes reclaman la despartidización del sistema
político, proponiendo la incorporación de las figuras de democracia
directa en el ordenamiento jurídico.
La participación ciudadana supone, la combinación entre un ambiente
político democrático y una voluntad individual de participar. De
los matices entre esos dos elementos se derivan las múltiples formas y
hasta la profundidad que puede adoptar la participación misma. Pero es
preciso distinguirla de otras formas de acción política colectiva: quienes
se rebelan abiertamente en contra de una forma de poder gubernamental
no están haciendo uso de sus derechos reconocidos, sino luchando
por alguna causa especifica, contraria al estado de cosas en curso. Las
revoluciones no son un ejemplo de participación ciudadana, sino de
transformación de las leyes, de las instituciones y de las organizaciones
que le dan forma a un Estado. 2
Por Participación Ciudadana definimos la igualdad de oportunidades
de todos los ciudadanos en una demarcación específica en la toma de
decisiones de los asuntos públicos. Este concepto tiene una connotación
amplia que puede dar cabida a una diversidad de posibles relaciones
entre las instituciones del Estado y los tres órdenes de gobiernos con
la sociedad civil organizada.
Actualmente coexisten dos concepciones básicas de participación
ciudadana. Una está referida a una nueva forma de ejercer los derechos
políticos en la práctica por parte de la sociedad civil organizada, que
de esta manera interviene en los asuntos de interés colectivo en los
espacios públicos en donde debate, propone y se compromete en las
acciones de gobierno basada en la teoría de la democracia deliberativa
como método de participación.
Así pues, al reconocer que la participación ciudadana es una actividad
desplegada por el conjunto de los actores sociales que orientan sus
energías y esfuerzos hacia determinados objetivos y metas, en formas
de expresión y niveles de acción colectiva que son distintas. Es un
proceso activo frecuentemente enfocado a transformar las relaciones
de poder y a incrementar las oportunidades en la toma de decisiones
de los actores sociales que en este intervienen. Participar significa ser
parte, tomar parte y tener parte en determinado asunto.
Otra está concebida como un simple instrumento o mecanismo útil
para eficientar y racionalizar la administración pública, incorporando
a las organizaciones sociales proclives al partido gobernante en la
vigilancia de la aplicación de los recursos públicos de los programas
de los tres órdenes de gobierno, y en la rendición de cuentas. Es una
relación muchas veces acrítica que asume funciones de voluntariado
social, de sobordinación y sometimiento que busca legitimar al sistema
político, mediante canales de participación social y política tradicionales,
excluyendo al movimiento ciudadano plural que se moviliza y ejerce sus
derechos políticos con la acción colectiva.
Corresponde a un tipo de participación ciudadana acotada por
fronteras jurídicas, institucionales y culturales reducidas al campo del
desarrollo social y sus programas, que generalmente enclaustra la
participación de los propios beneficiarios a un consejo consultivo y a las
reglas de operación de los programas sociales, y que tiene la función
de analizar y evaluar la política social, y que se limita a la atención de
quejas telefónicas o a la creación de comités de usurios, a acopio de
información y recepción de quejas, y no a procesos deliberativos.
El concepto de participación, para los fines que nos ocupa, puede
ser definido como la intervención organizada de ciudadanos individuales
o de organizaciones sociales y civiles en los asuntos públicos, que se
lleva a cabo en espacios y condiciones definidas, esto es, en interfaces
socioestatales que pueden o no estar definidas por la ley y que permiten
el desarrollo de una capacidad relativa de decisión en materia de políticas
publicas, control de la gestión gubernamental y/o evaluación de las políticas
públicas a través de diversas formas de contraloría ciudadana.
Debe reconocerse que esta es una definición altamente normativa.
En la práctica social, la participación ciudadana se expresa como un
conjunto inarticulado de experiencias que buscan fortalecer las capacidades
de la ciudadanía. 3
A modo de ilustración, es conveniente recordar que el Sistema
de Planeación Democrática, en su diseño original, llevaba implícita la
idea de desarrollo que involucra a todos los ciudadanos, que implica
la suma de esfuerzos y corresponsabilidad de la sociedad civil en el
proceso de planeación en los planes y programas de la administración
pública federal, de acuerdo al artículo 26 de la Constitución Política
que establece que la planeación será democrática y mediante la participación
de los diversos sectores sociales, recogerá las aspiraciones
y demandas de la sociedad para incorporarlos al Plan Nacional y los
programas de desarrollo.
Quizá el significado de Contraloría Social sintetize la idea abstracta
como un tipo de la participación orientada al control, vigilancia y
evaluación sobre los programas y acciones gubernamentales, que organizados
en los comités y vocales de vigilancia en obra social, acciones
de capacitación que pueden representar un sistema de comunicación
entre esta y los gobiernos de los tres órdenes.
Esta participación ciudadana es atendida en oficinas especiales del
gobierno en sus tres niveles, diseñadas para la recepción de quejas y
denuncias y/o vinculación con la sociedad que promueve una rendición
de cuentas vertical/transversal auspiciada desde los organismos estatales
de control, como la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría
Superior de la Federación y sus pares en las entidades federativas, esta
última es autónoma de las dependencias de gobierno.
3.- Instrumentos de Participación Ciudadana
Cabe poner en relieve que los instrumentos de participación ciudadana
de primera generación se encuentra en el sufragio universal,
proceso que fue instaurado a finales de la Revolución Francesa en el
siglo XVIII y nace como un derecho de los ciudadanos a ejercer el voto
y a ser elegidos.
El referéndum es un sistema de consulta mediante el cual el electorado
opina, aprueba o rechaza una decisión del Poder Legislativo o en
su caso de una Asamblea Legislativa. Se trata de una votación popular
objeto de disciplina constitucional y, según sea mayor o menor la necesidad
de la intervención popular, es facultativo, si bien dicha intervención
puede faltar sin que haya consecuencias sobre el acto; el referéndum
adquiere la naturaleza de obligatorio cuando la pronunciación del pueblo
es necesaria para la validez del acto.
Es importante destacar que el referéndum es el principal instrumento
de la democracia directa, puesto que mediante esta institución el pueblo
participa por vía consultativa o deliberativa en el proceso de toma de
decisiones. 4
En tanto que la participación ciudadana debe ser considerada como
complemento de la democracia representativa y que corresponde a la
segunda generación. Entre los instrumentos de participación ciudadana
se encuentra el Referéndum, que es definido dentro de la Ley
2.- Merino, Mauricio. La participación ciudadana en la democracia. IFE. Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática No. 4. México. 2004. Pág. 14.
3.- Olvera, Alberto J. Participación ciudadana y protección de los programas sociales en México. Una propuesta de política pública. Universidad Veracruzana/PNUD. Xalapa. 2007
(abril). Pág. 6.
4.- Verdugo Quiñónez, Elena. “La democracia directa, ¿más allá de la democracia electoral” en Revista Transición No. 39. Centro de Estudios para la Transición Democrática, A.C.
Xalapa, Veracruz. 2001. Pág. 1.