AÑO I NUMERO 5 Octubre de 2006 - Arba

como «desubicadas» respecto
de cartas a esposas de morosos
o «inútiles» a controles en puertos
y aeropuertos, similares a los
que aplican los
países que cobran
bien sus
impuestos.
Hace poco enviamos
a muchos
periodistas
una publicación
italiana
en la que se
mostraba cómo persiguen a sus
evasores: parece calcado de
nuestro trabajo.
No entendemos las críticas
cuando omiten ciertas medidas,
como el control de cargas online
(confirma la presencia de una
enorme economía en negro y da
valiosa información
para
enfrentarla), la
vigilancia sobre
grandes empresas,
controles
sobre contratistas
del Fondo
del Conurbano,
empresas del juego, regularización
fiscal de ferias informales,
yates no declarados, grandes
propiedades, entre otras. Especial
mención merece la detección
de un cuarto de millón de cuentas
en el exterior (en su mayoría
no declaradas), con cerca
de u$s 50 mil millones en
depósitos, lo cual benefició a
Hagamos que los evasores
cumplan -ahora y siempre-,
y tendremos cultura
tributaria a largo plazo.
Especial mención merece
la detección de un cuarto
de millón de cuentas
en el exterior.
otros organismos fiscales y a la
Justicia en sus investigaciones sobre
enriquecimientos ilícitos. Logro
extraordinario de la Provincia.
Nosotros
cumplimos
nuestra tarea
en una Provincia
que enfrenta
gran injusticia
en el reparto
de fondos
coparticipados,
como explican el gobernador
Solá y el ministro Gerardo Otero.
Por lo que somos una administración
tributaria modesta,
con recursos muy justos; que no
puede realizar grandes inversiones
publicitarias para cumplir
objetivos comunicacionales. Y
tuvimos que conformarnos con
estirar la caja
provincial hasta
u$s 9 millones
para revertir
el atraso
tecnológico
que existía. Inversión
ridículamente
baja
para la envergadura de la Provincia,
sin que ello haya resentido
los resultados.
Aún admitiendo errores, surge
que nuestros métodos no son ilegales
ni inútiles; de lo contrario no
se explicarían los excelentes resultados
obtenidos con tan pocos
recursos.
Para cobrar los impuestos hay
que desarrollar técnicas que faciliten
el cumplimiento, pero es
sabido que no existe el cumplimiento
voluntario puro, si no el
inducido por la percepción de las
sanciones reservadas para quienes
son descubiertos, como nos
enseñan tantos países con siglos
de historia. Keynes decía que el
largo plazo llega después «de
muchos cortos plazos». Hagamos
que los evasores cumplan -
ahora y siempre-, y tendremos
cultura tributaria a largo plazo.
Mientras tanto, claro que hay
que hacer educación tributaria.
Deben sembrarse estas semillas,
pero no nos podemos permitir
ser ingenuos; mientras lo hacemos,
los criaderos de evasores
cultivan la «anticultura» y son
muy efectivos.
Nuestra misión es ser más creativos
y efectivos que ellos.
Terminales aeroportuarias,
guarderías
náuticas, countries,
comercios, automóviles;
todo es auditado por
Ingresos Públicos.
EN BLANCO 3