AÑO I NUMERO 5 Octubre de 2006 - Arba

Entrevista
Margarita Mazzone y Jorge Morgavi llevan 27 años en Rentas
En distintas áreas, con la misma convicción
Ella empezó e hizo su carrera en el área de Fiscalización, salvo un período en el que incursionó en
la entonces Dirección de Recaudación (actual Dirección Adjunta de Gestión Territorial). Jorge,
hizo el camino inverso: ingresó en Recaudación y trabajó alrededor de 8 años en Fiscalización,
para luego volver al área que lo acogió originalmente. Una síntesis de la charla que mantuvieron
con «En blanco» sobre su paso por la organización y su vida más allá del trabajo.
¿Cómo llegaron a Rentas?
MM: Yo estaba estudiando en la Facultad
de Ciencias Económicas y a fines
del ‘78 Rentas abrió un convenio con la
Facultad para aspirantes que estuvieran
por finalizar la carrera. Formé parte del
segundo grupo de ingresantes en 1979;
me tomaron como fiscalizadora.
JM: Yo tenía amistad con el entonces
director de Rentas, Rodolfo Casamiquela.
Él me dijo que había una convocatoria,
me inscribí y me tomaron.
Jorge y Margarita durante la entrevista con "En Blanco".
¿Cómo son sus tareas como
Directora de Fiscalización área
Interior y como Subdirector de
Información y Estadísticas?
MM: Mi rol es coordinar y controlar
el trabajo de un equipo de personas, cuya
principal característica es que residen lejos
entre sí y la casa central, ya que la
estructura de mi área está compuesta por
los Departamentos de Fiscalización de
Mar del Plata, Bahía Blanca, Junín, Azul,
Mercedes, Trenque Lauquen y Dolores.
Trato de armar grupos de trabajo que puedan
continuar más allá de la gestión de
turno. Una vez al mes el director adjunto
de Fiscalización realiza una reunión en
La Plata para fijar pautas. En mi caso, viajo
a las distintas dependencias y las reuniones
son con los jefes sobre cuestiones operativas.
Como tengo a mi cargo la tarea
del procedimiento determinativo y sumarial
en cuanto juez administrativo, también
tengo que viajar o estar en contacto
asiduo con las tres áreas de Relatoría de
Fiscalización que funcionan en Mar del
Plata, Bahía Blanca y Junín.
JM: El trabajo en mi oficina tiene tres
rutinas: una diaria, una semanal y otra
mensual. La primera implica la elaboración
del parte de recaudación con las cobranzas
efectuadas en distintas entidades.
Todos los días controlamos los cierres con
las transferencias de fondos que vienen de
los cientos de miles de pagos diarios que
efectúan los contribuyentes bonaerenses,
de la Aduana o de la AFIP,
de la Comisión Arbitral a través de
Provincanje, entre otros. Toda la recaudación
se agrupa según sus características:
impuestos predeterminados,
impuestos autodeclarados
y planes de pago; con toda esa
información se arma un informe
diario con una serie de anexos que
van mostrando, día a día, cuáles
son los rubros que van aportando
y cómo es su comportamiento. Paralelamente,
vamos elaborando
una proyección a futuro. La rutina
semanal consiste en un resumen de lo que
hacemos diariamente, y todas las semanas
se van armando los índices de cobrabilidad
de cada cuota, su comparación con
años anteriores y con lo estimado para el
año. También cruzamos datos de acuerdo
con solicitudes que recibimos del subsecretario
o de los directores adjuntos.
Ahora estamos trabajando mucho
sobre Ingresos Brutos. Hacemos análisis
que apuntan a determinar qué actividades,
qué zonas o qué tipo de contribuyentes
no cumplen con sus obligaciones
formales.
Todo ello gracias a un grupo interdisciplinario
que ha aprendido a trabajar
en equipo y que a esta altura no necesita
mayor supervisión para cumplir
con sus tareas.
¿En qué sectores de Rentas
trabajaron durante su carrera?
MM: Inicié mi actividad como fiscalizadora.
Hice comisiones en Avellaneda
y en Quilmes y luego pasé a Fiscalización
de Capital Federal. En 1995
cambié a Auditoría Fiscal y en 1999 me
convertí en jefa de Departamento de La
Matanza. Hacia finales de ese año estuve
a cargo de la Gerencia Avellaneda,
en Recaudación. Después de una vida
en Fiscalización cambié de área. En
2001 estuve a cargo de la Gerencia La
Plata. A fines de 2002 y principios de
2003 volví a Fiscalización, a cargo de
la Subdirección Interior. Y ahora en la
nueva estructura estoy como Directora
de Fiscalización área Interior.
JM: Empecé trabajando con Casamiquela
en la Dirección de Recaudación.
Después trabajé en Fiscalización
durante 8 años. Hacíamos comisiones
especiales, luego fui jefe de dos o tres
comisiones especiales abiertas por rubro
y luego reemplazante del jefe de departamento.
Estuve en la Subdirección
de Planificación y Proyectos que hoy es
Inteligencia Fiscal. A principios de
1988, dimos comienzo a la Descentralización
Tributaria y desde 1991 me
aboqué a colaborar con las Areas de Sistemas
de Rentas.
Margarita: ¿Te sentís un poco
«justiciera» cuando estás trabajando
para detectar evasores que
le hacen trampas al fisco?
Puede que algo de eso haya. Cuando
un fiscalizador va a un comercio o a una
industria, con indicios de que algo no está
bien, en realidad uno va a proveerse de
más información. En este sentido el factor
sorpresa es fundamental. Uno no puede
copiar solamente los datos que da el contador.
Un buen fiscalizador debe valerse
por su intuición y por su conocimiento,
debe ir a la empresa, requerir los datos, los
libros contables, y recién ahí el que tenga
contador derivará con él. En cierto punto
se trata de detectar los errores de un colega,
de visualizar si está utilizando artilu-
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EN BLANCO